A pesar de que en el año 2019 se tuvo una de las temporadas de incendios más críticas y dañinas de los últimos años, la previsión de las autoridades es que la del 2020 sea más intensa y complicada tanto por los factores naturales como por las acciones de los gobiernos en turno.
El titular de la Secretaria del Medio ambiente y Recursos Naturales del estado de Guerrero, Aruro Álvarez Angli, reveló que hasta este día no se tiene precisión en la Comisión nacional Forestal sobre el recurso de que se dispondrá para la contratación de brigadas que ayuden al combate de incendios forestales y esto limita la posibilidad de firmar convenios de colaboración.
Reseñó que en el 2019 los recursos de la Conafor disminuyeron en un 50 por ciento con respecto a los que se tuvieron durante el 2018, ello obligó a disminuir el número de brigadas que se contrataron.
“Con recursos federales en el 2019 sólo se tuvo la posibilidad de contratar cinco brigadas y el gobierno del estado hizo un esfuerzo adicional y contrató otras cinco, pero definitivamente estas fueron insuficientes para atender todos los puntos de conflicto que se presentaron”.
Álvarez Angli reconoció que incendios como el del cerro del calvario que se tuvo en las cercanías de esta capital, se extendieron porque no hubo capacidad de las brigadas para desplazarse de manera eficiente y combatir el incendio.
“No sabemos si este año se tendrá posibilidad de contratar brigadas con recursos de la Conafor y eso nos preocupa”, señaló el funcionario.
Mencionó que el 2019 fue un año atípico porque además de la caída en los recursos de la Conafor, se tuvo largos periodos de sequía y fuertes vientos, que ayudaron a los incendios a diseminarse, “este año las previsiones es que la temporada de incendios será igual o más difícil que la del 19”.
PREVENCIÓN
Álvarez Angli reconoció que la estrategia de prevención de incendios forestales ha sido fallida porque se enfocó en hacer quemas controladas cuando tendría que haber sido totalmente en evitar que haya fuego en las parcelas.
Las quemas seguras, las guardarrayas o las líneas las negras simplemente so cosas que no deberían usarse, lo que se tiene que hacer es evitar el fuego y enseñar a los campesinos técnicas alternativas para la limpieza de terrenos.
“Con la quema lo único que se logra es matar los nutrientes del suelo, mientras que con técnicas en las que el material orgánico se regresa al suelo se tiene suelos más sanos y productivos”.
Cabe recordar que el 2019, Guerrero ocupó el quinto lugar con mayor superficie calcinada con 268 mil 43 hectáreas de pastizales y arbolado de diversos municipios de las siete regiones de la entidad.