En el inicio de la Cuaresma, el obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández sostuvo que Guerrero se encuentra secuestrado por los grupos delincuenciales y pidió al gobierno estatal no dejarse influenciar por fuerzas del mal.
En su homilía, señaló que el sentir de los obispos de Guerrero es que existe existe un secuestro colectivo en la entidad y en todo el país, y en cada familia, y dijo que cada una de ellas “sabrá de los que estoy hablando”.
Durante su mensaje, pidió a las autoridades no dejarse “influenciar”, y que ejerza su autoridad, mientras que a la ciudadania dijo, le corresponde decir donde la autoridad no está haciendo bien el servicio, y donde hay “malas obras”.
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En entrevista con medios, mencionó que antes había secuestros individuales, y que ahora son comunidades enteras, regiones y municipios, quienes están bajo la influencia de grupos criminales con mucha fuerza, a quienes se les ha otorgado poder.
“Las víctimas están sufriendo, están sufriendo que no puedan salir a comprar sus cosas, no puedan salir a hacer sus vidas, no puedan salir, verdad, a buscar, pues, entonces esclavizados por los grupos armados, por los grupos delincuenciales que tienen mucha fuerza, porque se les ha dado esa fuerza”, enfatizó.
Dijo que lo que ha detectado en la entidad es que no hay región a cual irle donde no haya control de estos grupos, ya que en todas hay fronteras y “aduanas de control”, desde la Costa Grande hasta la Tierra Caliente.
Cuando se les cuestionó por la estrategia de seguridad, González Hernández opinó que las autoridades no deben dejar influenciarse por el mal, y dijo que aún hay confianza en los gobiernos, aunque recalcó que ellos han permitido la situación actual en el estado, aunque existe corresponsabilidad con la población.