El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel Mendoza consideró que el color verde en el semáforo de alerta epidemiológico que se ha tenido en Guerrero ha sido un asunto político que tuvo que ver con el tema electoral “en realidad hemos tenido un semáforo sandía que es verde por fuera pero rojo por dentro”.
El obispo indicó coincidir con el gobernador en la necesidad de tomar nuevas medidas para la protección de la salud de la población, y transitar al semáforo naranja o rojo de acuerdo a como se necesite, porque hoy sabemos que los hospitales ya se encuentran llenos de enfermos de covid.
Indicó que hoy se está viendo que los enfermos son personas mayores que acudieron a las convocatorias de vacunación, personas que no creyeron que la pandemia es real o que la vacunación protege.