A dos meses de asumir la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, el obispo José de Jesús González Hernández señaló que la entidad vive una situación tensa, y que grupos armados son autoridad en varios municipios.
El líder religioso encabezó la noche del viernes los festejos en honor a San Juan Bautista, en la colonia de mismo nombre en Chilpancingo.
En entrevista, señaló que la violencia hasta el momento no ha tocado a sacerdotes ni religiosos y que estos pueden realizar sus labores en todo el estado. “A los religiosos nos respetan”, dijo.
En días pasados, el Consejo Interreligioso de Guerrero pidió al gobierno garantías de seguridad para quienes prácticamente una fe, luego del asesinato de los dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua.
El obispo señaló que la situación en Guerrero era muy “tensa” pero que a los religiosos los grupos criminales les guardan respeto, además de puntualizar que no hay prohibiciones para desempeñar su labor pastoral.
“A todos se les respeta verdad, tienen armas son autoridades algunas legítimas y otra ilegítimas”, mencionó.
En su homilía, González llamó a los asistentes a ser promotores del cristianismo, y recordó que hay incluso personas quienes dan la vida por otros, poniendo como ejemplo el caso de los sacerdotes asesinados en la sierra Tarahumara.
Indicó que era amigo de Javier Campos Morales, una de la víctimas, quien era conocido como el padre “El Gallo”, por imitar los sonidos de esta especie de aves y por ser muy alegre.
Para monseñor José de Jesús González está funcionando la estrategia del gobierno, del diálogo, pues dijo que se ha visto calma después de varios incidentes violentos en la ciudad.
También, dijo que no ha dialogado con la delincuencia organizada, y que no sabría qué hacer si los encuentra en sus recorridos, y mencionó que se enfocará en sus tareas como pastor de la Diócesis.
Sólo los llamó a respetar la vida, pues aseguró que nadie tiene el derecho de quitar una vida. También a los feligreses, los convocó a ser promotores de la paz.