El titular de la Secretaría General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez señaló que Iglesia y estado, deben hacer lo que este dentro sus competencias, pues en el caso del clero, este difícilmente podrá ser solución a temas de seguridad.
Al funcionario se le preguntó por el diálogo que sostuvieron los obispos con jefes criminales de las diferentes regiones del estado con el objetivo de pacificar la entidad.
Sobre este tema, Reynoso Núñez expresó que el gobierno hace su trabajo por lo que opinó que los obispos debían hacer lo propio.
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Dijo tajantemente que el gobierno estatal no va a pactar con ningún cártel, pues aseguró que el estado tiene una función y está empañado en brindar la seguridad ante estos grupos.
Precisó que los mismos obispos se dieron cuenta en sus reuniones con criminales, que estos buscan intereses propios que no benefician a la población.
Agregó que no hay concesiones que el gobierno vaya a otorgar, en referencia a las declaraciones del obispo emérito Salvador Rangel, en el sentido a que esto era botín que se habían distribuido los grupos para pactar una tregua en Chilpancingo.
En ese sentido, aclaró que los cambios que se dieron en la cabeza de delegación de Transportes en la Zona Centro, se debió a que se tenía que fortalecer el trabajo en la región, y anticipó más cambios en otras zonas.
Sobre el tema de Chilpancingo, dijo que el municipio ya se había normalizado en sus actividades, en el tema del transporte y en las escuelas, sin embargo, mencionó que los operativos de seguridad serán permanentes.
Finalmente, expresó que el gobierno de Guerrero no había sido requerido para brindar apoyo a la Fiscalía General de la República (FGR) para localizar a Celso Ortega, jefe de la organización criminal “Los Ardillos”.