Fuentes y estanques que forman parte del mobiliario urbano de Chilpancingo, son los principales criaderos de mosquitos, los cuales a su vez transmiten las enfermedades del dengue.
Mucho se ha criticado que, en una ciudad como Chilpancingo con severos problemas de distribución de agua potable, lo que sobra es la construcción de este tipo de elementos urbanos.
Estas mismas fuentes se encuentran en la parte céntrica de la ciudad, muy cerca de escuelas y que por falta de mantenimiento se convierten en lugares ideales para que mosquitos se reproduzcan.
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En un recorrido realizado en estos puntos, se puede observar cómo en estas fuentes se concentran litros de agua, incluso algunos con malos olores.
Una de estas es la que se encuentra dentro del parque de La Avispa, ubicada a unos pasos del Congreso, sobre el bulevar Vicente Guerrero, la cual es la de mayor tamaño en la ciudad.
Con las recientes lluvias en la ciudad se ha logrado que una cantidad importante de agua se almacena en mini estanques, donde ya se puede observar algunas larvas rojas, que después se transforman en mosquitos.
En el Monumento a las Banderas la situación es igual en dos áreas; donde por descuidos pueden observarse decenas de nidos de larvas.
Esto pasa mientras las autoridades estatales y municipales refuerzan las medidas para erradicar el mosco, que ha provocado que Guerrero se coloque en los primeros lugares a nivel nacional en casos de Dengue.
Hace apenas unas semanas, el gobierno municipal inició un programa para fomentar la limpieza de viviendas, con la recolección de artículos que propician la creación de cacharros.
Esto se ha acompañado de otras acciones, como la fumigación en las principales colonias con más casos, así como la aplicación de abates y rociados en viviendas.
