Las fuentes danzarinas que recientemente se instalaron en la alameda Francisco Granados Maldonado se convirtieron en la opción recreativa de cientos de familias de Chilpancingo que no tuvieron posibilidad de salir en estas vacaciones de semana Santa a los destinos de playa o al menos a los ríos.
En las horas de funcionamiento de las fuentes prácticamente todos los días hubo personas que asistieron a mojarse entre el agua que se dispara a chorro desde el piso de la Alameda.
Familias enteras acudieron a las fuentes danzarinas aunque principalmente fueron niños los que entraron a jugar con el agua de las fuentes que apenas hace unos meses fueron inauguradas por el gobierno municipal y que generaron controversia por que con ellas se desplazó la alegoría arquitectónica alusiva al movimiento de 1960.
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El uso de las fuentes danzarinas se incrementó debido al intenso calor que se han registrado en los últimos días, especialmente a partir del viernes santo que empezó a llegar una onda de calor que para Chilpancingo ha generado temperaturas de hasta 34 grados centígrados.
Las altas temperaturas seguirán registrándose no sólo en Chilpancingo sino en todo el estado y el país, incluso los pronósticos establecen que este año el calor tendrá niveles históricos.
De acuerdo con la doctora América Hinterholzer Rodríguez, el utilizar las fuentes danzarinas tiene un factor benéfico que es el refrescarse ante el intenso calor, pero también podría tener un efecto negativo en la salud de quienes se meten a disfrutar del agua y es que en este sitio se pueden transmitir enfermedades.
Resaltó que en primer lugar el agua no tiene un sistema de tratamiento como el que tiene las albercas para que se mantenga limpia y desinfectada el agua, “ustedes se imaginan que una persona con una enfermedad infecciosa se meta al agua y tenga una herida abierta, todos los que comparten la fuente estarán expuestos a que una bacteria, un virus o un hongo se les transfiera”.
Resaltó que los hongos son también una de las cosas que muy fácilmente se puede pasar en este tipo de espacios, porque entran con toda la ropa y el cansado es de donde se desprenderán los hongos y si una persona sana los pisa podrían quedar contagiados de ellos.
Y si a eso se suma que los niños o jóvenes que se meten a jugar con el agua normalmente abren la boca y consumen el agua contaminada.
Para quienes van a las fuentes danzarinas la doctora recomendó que primero traigan ropa limpia para cambiarse después de que se mojen de esta forma cuando terminen de jugar en las fuentes se retiren secos.
Asimismo que una vez que lleguen as su casas se bañen con agua limpia y jabón, “asimismo en lo posible mantener vigilancia si se presenta alguna reacción en días posteriores y no se automedique acudir siempre al médico”.