El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, consideró que fue una jornada difícil la registrada durante el fin de semana en Acapulco, donde se suscitaron dos ataques armados; uno en un restaurante y otro en un bar, con un saldo de cinco personas muertas y siete heridos, por lo que adelantó que revisarán los operativos de vigilancia que se llevan a cabo en el puerto.
Entrevistado luego de concluir una gira de trabajo por el municipio de Tepecoacuilco en la zona Norte del estado, Astudillo Flores, confirmó que por el ataque en un bar de la zona de la Condesa en Acapulco hay una persona detenida y la Fiscalía del Estado lleva a cabo la investigación para esclarecer los hechos y aprehender a los responsables.
“Acapulco vivió en las últimas horas eventos especiales y hay que hacer un recuento de todos los operativos que se están haciendo y como se están haciendo, empezando por el tema de ayer por la mañana en la Isla, el accidente en la escénica y lo de la madrugada en un lugar donde hay que revisar los horarios y todo, es un asunto complicado y nada grato”, expresó.
El mandatario estatal, insistió que fue una jornada difícil y adelantó que revisarán los operativos de Acapulco y los horarios en que operan los bares en esa área del puerto, para determinar las causas del ataque, “fue en La Condesa no en la zona de la playa, es un after que abre a las seis de la mañana”.
Sobre los saqueos y bloqueos de carreteras que persisten en algunas regiones de Guerrero por la falta del fertilizante, la primera autoridad en el estado, señaló que son producto del enojo, coraje y desesperación de un sector de productores y campesinos que no han recibido el insumo gratuito por parte del gobierno de México.
Adelantó que no utilizará la fuerza pública para reprimir a los manifestantes, tal y como lo dijo el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y esperarán a que la federación avance con la entrega del fertilizante y pueda llegar a los más de 223 mil campesinos que se enlistaron en el padrón.