Grupos feministas tomaron las oficinas de la ´Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero en solidaridad con familias de personas desaparecidas que han venido demandando apoyo para localizar a sus familiares y en respaldo al grupo e mujeres que mantiene tomado desde hace varios días la oficina de la CNDH en la ciudad de México.
La toma de las instalaciones de Derechos Humanos en Chilpancingo es parte del movimiento Nacional “#okupaCNDH”, que surgió en redes sociales de grupos feministas que apoyan la exigencia de los colectivos de familias de desaparecidos en todo el país.
La toma de la CDHEG inició alrededor de las ocho de la mañana cuando el grupo de aproximadamente 30 mujeres llegó al edificio y empezó a colocar pancartas y lonas con rostros de desaparecidos.
Asimismo estuvieron gritando consignas en las que se demanda respeto y seguridad para las mujeres y denostan al género masculino.
Las feministas colocaron listones de alrededor de las jardineras para evitar que personas que no son parte de sus colectivos pudieran infiltrase en su movimiento y generar alguna acción que esté fuera de lo que ellas han programado.
Asimismo pidieron a los medios de comunicación mantenerse fuera de las cintas, también les solicitaron no publicar imágenes en las que se noten los rostros de quienes participan en el movimiento, ello a pesar de que la gran mayoría ha tenido el rostro cubierto con pañoletas.
El viernes 4 de septiembre familiares de víctimas de violencia de género tomaron la cede de la CNDH en la Ciudad de México como protesta ante la evasión de las autoridades a sus peticiones, a la toma se unieron colectivos feministas como Aquelarre Violeta, Movimiento Estudiantil Feminista y Crianza Feminista para exigir acciones en torno a la creciente violencia contra mujeres y niñas y los feminicidios.
“La toma se realizó como respuesta ante el silencio revictimizante del Estado Mexicano con las madres e hijas de mujeres víctimas de feminicidio, de las y los desaparecidos y de víctimas de violencia sexual", han dicho los grupos que mantienen en su poder el inmueble de la CNDH.
En Guerrero se demanda también atención a madres e hijas de cientos de desaparecidos que se tienen registrados y a quienes el estado mexicano no ha apoyado primero para saber qué pasó con sus familiares y luego en el tratamiento como víctimas.