Una familia de cirqueros se manifestó en calles de Chilpancingo para demandar al gobierno de Evelyn Salgado Pineda apoyo para localizar al joven David Johnson Vázquez Pintos, quien fuera el payaso estrella del circo Atayde de los hermanos Morales y desapareció en Puerto Marqués hace tres años mientras se encontraba vacacionando con toda su familia.
María Magdalena Pintos, abuela del joven que hoy tendría 26 años, relató que el 3 de agosto del 2018, David Johnson, se encontraba junto a sus primos y otros familiares vacacionando en el puerto de Acapulco, en la zona conocida como Puerto Marqués, mientras se encontraban en la playa un grupo de hombres armados se presentó al sitio, los golpeó, los amenazó con armas de fuego y luego se llevaron a David del que hasta el momento no han vuelto a saber.
La mujer indicó que la desaparición de su nieto ha traído un infierno para su familia, porque no saber de él y ante la posibilidad de que estuviera estar en manos de secuestradores pagaron una extorsión, gastando todo el dinero de la familia y hasta tuvieron que conseguir para completar el monto que les exigieron.
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“Somos originarios de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez teníamos nuestro propio circo, sin embargo lo tuvimos que cerrar por dos motivos, primero por la prohibición de utilizar animales en espectáculos, y después por el tema de la pandemia que no nos permitió seguir trabajando”.
La mujer que en este momento tiene 65 años indicó que ha tenido que sobrevivir vendiendo ropa usada, vendiendo chicharrones en las calles, o alquilándose para lavar ropa ajena, a pesar de ello indicó que mientras sus fuerzas lo permitan no dejará de buscar a su nieto, “hemos estado tres veces en Guerrero atendiendo reportes de que lo han visto caminando en la playa o en alguna zona del puerto, pero no hemos tenido suerte”.
En medio de sollozos y con lágrimas en los ojos, la mujer llamó a quién o quiénes sepan de su paradero que lo informen y con eso cesen el dolor por el que ha atravesado la familia, “hoy que han pasado años, le pedimos a quienes se lo llevaron que nos digan dónde está, si lo asesinaron no importa que nos digan donde lo sepultaron para poder rescatarlo y llevarlo al sitio donde corresponde”.
“El circo ya no nos da para vivir porque nos impidieron trabajar, pero eso no nos duele, lo que queremos es volver a ver a David, volver a reírnos con sus ocurrencias, verlo ensayar sus montajes para el espectáculo, y que vuelva a abrazar a su pequeña hija que extraña a su padre”.