La falta de maestros que existe regiones como La Montaña, donde incluso hay escuelas que se encuentran en riesgo de perder el ciclo escolar por la falta de docentes, es causa de descontento social y uno de los problemas que la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) no ha podido resolver.
En Guerrero hay un millón 70 mil 848 estudiantes de todos los niveles educativos, según confirmó el titular de la SEG, Marcial Rodríguez Saldaña, quien señaló que la nómina de trabajadores de la educación la integran 62 mil 243 empleados docentes y administrativos, que laboran en 13 mil escuelas.
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Pero no se ha logrado establecer el número de recursos que hacen falta, debido a que no los reportan, salvo las bajas que se dan por decesos o por jubilaciones, en estos casos, las plazas se tienen que concursar entre los egresados de las escuelas normales y que se apeguen al proceso de promoción.
A esto habría que añadir que en las secciones de los sindicatos de maestros, una de las quejas más recurrentes es que hay docentes sin clave, o que aunque cuentan con plaza perciben salario de intendente, a pesar de estar frente a grupo.
Este problema, de acuerdo a la denuncia hecha por el secretario general de la Sección XIV del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), Juan Alberto Rodríguez Rendón, es que en su caso, se pretendió desaparecer su sector a partir de que un docente se jubilaba.
Explicó que el gobierno del estado congelaba la plaza y ya no se concursaba, sin darse cuenta que debido a la falta de maestros, se incrementaba el ausentismo de los alumnos, por no tener quien les diera clases, lo que motivó a los padres de familia a tomar las calles y demandar que se cubrieran las vacantes.
En la actualidad, hay un avance al lograr que sus plazas se van a concursar, aunque el proceso será paulatino, en virtud de que el problema que enfrenta el gobierno del estado, es que no cuenta con un techo presupuestal.
Sin embargo, la situación se torna más difícil en las escuelas que se encuentran en la Sierra o lugares más apartados, porque los maestros se niegan a dar clases por no existir garantías de seguridad debido a la violencia, como ocurre en la comunidad de El Durazno, municipio de Coyuca de Catalán. donde continúa sin reanudarse el calendario escolar.
Lo mismo ocurre en el poblado de Tehuehuetla, perteneciente a San Miguel Totolapan, también por el problema de la inseguridad. Estos son solo ejemplos de lo que ocurre en el Estado de Guerrero, en donde los padres de familia reconocen que el presente ciclo escolar se pasará de panzazo.