La estela de violencia que generan grupos delincuenciales vinculados con el crimen organizado, para extorsionar a encargados de tortillerías están obligando al cierre de establecimientos ante el vacío de la autoridad y a la falta de resultados para contener los atentados en el puerto de Zihuatanejo.
Los empresarios de la industria de la masa y la tortilla, tienen miedo de denunciar los ataques y amenazas que reciben por parte de los carteles que les exigen la cuota para permitirles trabajar.
Lamentaron que a pesar de las evidencias que quedan capturadas en las cámaras de vigilancia, en este caso del ataque a tiros a empleadas de una tortillería ocurrido este jueves ante varios testigos, los minimice el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, Evelio Méndez.
Uno de los propietarios de un negocio que paga la extorsión y que pidió la omisión de su nombre ante el temor de represalias, criticó al jefe policíaco por pedir que denuncien a los grupos delincuenciales, cuando no tienen garantías de que si lo hacen vivirán para contarlo.
Al ataque a que hizo referencia, se trata a un video de una cámara de seguridad, que captó cuando un sujeto llega a una tortillería y ante la presencia de unas personas que hacían fila, extrajo un arma de fuego y disparó en contra de una empleada, hiriéndola de gravedad.
Este hecho se suma al caso de otro video de una cámara de seguridad de otra tortillería, en donde se ve a un sujeto introduciéndose y saca de una bolsa de plástico, una bomba molotov y la arroja a la máquina para prenderle fuego.
Sin embargo, las tortillerías no son los únicos negocios que son extorsionados, también a los concesionarios de las camionetas urvan los obligan a pagar al crimen organizado para permitirles trabajar o caso contrario les queman sus unidades automotrices o ejecutan a tiros a los trabajadores del volante.
Esta situación está llevando a la quiebra al sector productivo y económico, a pesar del despliegue de personal del Ejército Mexicano, Marina Armada de México, Guardia Nacional y Policías Estatales, los cuales, si bien es cierto patrullan la ciudad, los hechos de violencia no cesan.
Esto se palpa, basta recorrer las calles y avenidas, para observar locales de distintos giros comerciales cerrados y la reducción de vehículos del transporte público en las rutas, por el temor a los grupos antagónicos que generan la violencia en este municipio de la región de la Costa Grande de Guerrero.