Protestas, tanto en Acapulco y Chilpancingo, así como un paro en el Colegio de Bachilleres que afecta a 25 mil alumnos, fue parte de la escenografía de este lunes, en el arranque oficial del ciclo escolar 2022-2023 en Guerrero.
Aunque el titular de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Marcial Rodríguez Saldaña, insistió que el inicio del año lectivo que fue encabezado por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, en una escuela primaria de Chilpancingo, fue sin incidentes y con un cien por ciento en clases presenciales, la realidad fue distinta.
En efecto, Trabajadores la Escuela Normal Urbana Federal, Rafael Ramírez, bloquearon los carriles de alta velocidad del bulevar Vicente Guerrero, de norte a sur en la capital del estado, la mañana de este lunes, para exigir que se habilite aulas temporales debido a que su edificio presenta daños estructurales y no pudieron iniciar el año lectivo.
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Mientras que un grupo de alumnos del Sub-Cobach, mantienen un bloqueo en la avenida Juárez y calle Madero, además padres de familia y alumnos de una escuela primaria bloquearon a la altura de Aurrera, en protesta porque las autoridades les habían prometido comenzar a habilitar unos salones de manera provisional, pero no cumplieron y bloquearon esa vialidad.
También en Chilpancingo, trabajadora de la Unidad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guerrero, bloquearon la avenida Juárez y provocaron un intenso tráfico, a la espera de ser atendidos por las autoridades universitarias.
Otro grupo del CAM de Iguala, salieron en caravana del centro al bulevar Vicente Guerrero, para bloquear también con vehículos esa vía federal para dar apoyo total al nivel superior y apoyan la protesta de la escuela normal urbana Rafael Ramírez, quienes advierten un paro por tiempo indefinido.
Mientras que, en el puerto de Acapulco, jóvenes rechazados marcharon por la avenida Ruiz Cortines, en protesta por no ser admitidos a la escuela preparatoria número 2 y exigen que no se cobre la inscripción de ingreso en las unidades de Medicina y Enfermería.
La delegada de los Servicios Educativos de la Región Acapulco-Coyuca, Martha del Roció Carachure Bustos, se negó a dar entrevistas, pero hubo reportes que alrededor de 500 escuelas tuvieron problemas para iniciar clases, debido a que algunas no cuentan con el servicio de energía eléctrica, con sanitarios y otras más no tenían agua potable, además de que hubo denuncias de hay escuelas que fueron vandalizadas.
