El caso Ayotzinapa es una llaga tiene el pueblo mexicano, que sigue abierta y mientras no sane seguirá ocasionando que la gente esté inquieta e intranquila, señaló el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel Mendoza, quien también refirió que era voz populi que el ejército participo en los hechos de Iguala.
Monseñor participó este jueves en la ceremonia luctuosa conmemorativa del primer aniversario de la muerte del luchador social, Pablo Sandoval Cruz, ahí se le cuestionó su opinión sobre las revelaciones que ha hecho un medio de comunicación que tuvo acceso al expediente y especialmente a las declaraciones de un testigo protegido que involucra al ejército, policía federal, autoridades y grupos delincuenciales que desaparecieron a los 42 y que habrían asesinado a muchas personas más.
"Debemos llegar a la verdad de este caso Ayotzinapa porque desgraciadamente ha habido muchas nubes o columnas de humo que han querido opacar el caso".
Indicó que las publicaciones están sacando a la luz muchos detalles que en la versión popular ya se conocían, "En la versión popular siempre han dicho que tuvo que ver el ejercito, el gobierno estatal".
Dio que en este tema existen muchos intereses de tipo político y económico que aún no han salido a la luz, porque independientemente del partido en que militen siempre hay interés de apoyarse, "ahorita se sabe que en el mismo grupo de Ayotzinapa había infiltrado el ejército, en el caso hay uno o dos detenidos del mismo ejército, que saben de esta cosa, ojalá y eso que se va descubriendo nos lleve a la verdad".
Destacó que el tema Ayotzinapa dejó de ser un tema local y abrió las ventanas para que el mundo entero volteara a ver a nuestro país, las condiciones en que se encuentra nuestra sociedad, "por eso tenemos una responsabilidad y ojalá que esas filtraciones que se han generado puedan permitir llegar a la verdad".
MANIFESTACIOENS JUSTIFICADAS
En torno a las acciones radicales que han realizado los estudiantes y grupos afines a la normal, el religioso indicó que si estas manifestaciones ayudan a que salga la verdad "son válidas".
Y reconoció que los estudiantes han tenido voluntad de diálogo como el ocurrido hace dos años cuando acudirían a una manifestación en Iguala y se habló con ellos para que lo hicieran de forma pacífica.