El gobernador Héctor Astudillo Flores reiteró que en Guerrero debe haber “paz y ley” en relación a la reunión que sostuvo ayer el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, con integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
El titular de Segob tuvo un encuentro privado con el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara; el arzobispo de la Diócesis de Michoacán, Carlos Garfias Merlos y el propio obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, luego de que este último declaró haberse reunido con el líder de un grupo criminal que se comprometió a no atentar contra políticos en el presente proceso electoral.
La declaración del obispo generó diversos comentarios e incluso abogados y masones pidieron que se le aplique la ley a Rangel Mendoza, sin embargo, también hubo opiniones favorables de dirigentes de partidos políticos y del arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, respecto al trabajo con el que se busca la paz en Guerrero.
Ayer por la mañana, el gobernador Astudillo Flores fue abordado respecto al encuentro y reiteró que no tenía mayores comentarios sobre eso.
“Lo veo desde Guerrero como una reunión que se dio con los arzobispos de México y con el secretario de Gobernación, no tengo ningún comentario, mi añadido es el mismo, paz y ley, punto. Paz y ley”, comentó.
Ayer la Segob no dio a conocer los resultados de la reunión, la cual tuvo verificativo en las oficinas del secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida.