Ellas tienen algo común: son víctimas de violencia

Olivia, Isis y Nathalia han tenido que agregar en sus bolsas junto con los cosméticos, gas pimienta e incluso navajas para defenderse

Juan Manuel Molina | El Sol de Acapulco

  · miércoles 10 de agosto de 2022

En la capital es complicada la situación de las mujeres, donde agresores aplican diversos métodos para cometer delitos./ Foto: Juan Manuel Molina | El Sol de Acapulco

Malú, Isis y Nathalia han tenido que agregar en sus bolsas junto con los cosméticos, gas pimienta e incluso analizan comprar navajas o máquinas de choques de defensa personal para sentirse seguras.

A Malú, un grupo de personas la siguió e intentó llevársela apenas unas calles cerca del centro, cuando regresaba a su casa después de la escuela.

Al sentirse perseguida, lo que hizo fue entrar a un negocio, y desde ahí pidió el auxilio de su familia y de los vecinos. Hoy ya se encuentra fuera de la ciudad.

Las agresiones cometidas a las mujeres en la vía pública no distingue edades ni profesiones, es el caso de las tres mujeres antes señaladas, que en este caso son estudiantes, con edades de los 18 a los 23 años.

Isis se hace acompañar de un grupo de amigos, tres chicas y dos chicos, y es la primera que levanta la mano para expresar su opinión de si se siente segura en la ciudad, y la primera respuesta es que no.

Tiene 17 años y estudia el bachillerato, y a pesar de ser tan joven, ya pasó por un intento de abuso sexual en la calle.

“Un señor me jaló e inició a bajarse el pantalón y pues yo gracias al cielo no me quede impactada, escape, salí rápido y pues no pasó a mayores, pero ¿te imaginas si no reaccionaba? yo no estaría bien”, mencionó Isis,

Nathalia un día caminaba por la calle, cuando un hombre la topó y de la nada, se bajó el pantalón y le comenzó a enseñar sus partes íntimas al mismo tiempo que se masturbaba. Ella se alejó de ese lugar de inmediato pero la persona la siguió unos metros más mientras la observaba y continuaba tocándose.

En el evento mostrarán 95 carteles y muñecas que han creado familiares de personas desaparecidas./ Foto: Francisco Zorroza | El Sol de Acapulco

Es una chica de unos 25 años, delgada con ojos grandes y tez clara, con una voz que transmite seguridad.

Se ha tenido que acostumbrar a los chiflidos y comentarios sexuales que le dicen sus agresores.

“Normalmente, muchas veces se nos acercan tal vez para preguntarnos cómo nos llamamos que si podemos ir con ellos a algún lugar, sin conocernos, sin siquiera hablar con ellos se nos acercan de la nada”, menciona.

A partir de todo lo que ha vivido, ahora sigue ciertas reglas para evitar no ser agredida en la vía pública, siempre va atenta a su entorno, no camina sola en lugares solitarios, y sostiene que ha pasado por su mente comprar algún artículo de defensa personal, pero antes considera necesario tomar alguna capacitación.

Las tres chicas sueñan con algún día no ser víctimas de ninguna situación que las ponga en riesgo, con salir y caminar libremente sin ser tocadas como si fueran propiedad de alguien.

Más soldados llegan, pero la violencia sigue. / Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

En la ciudad es complicada la situación de las mujeres, donde agresores aplican diversos métodos para cometer delitos, incluso se han hecho pasar por vendedores de perfumes, al que le han agregado sustancias para generar que con el aroma pierdan el conocimiento y así puedan aprovecharse de ellas, como lo señala en un aviso la Secretaría de Seguridad Pública del municipio, quien pide a la población estar atenta ante esa modalidad de delito.

Recientemente, se pedía a las mujeres tomar precauciones ante otra forma de robo, que era a través de ser inyectadas en el brazo para ser desmayadas y posteriormente ser despojadas de sus pertenencias.

Otro de los modus operandis que las mujeres han denunciado en redes sociales, son la del típico hombre que se hace pasar por un viejo conocido, quien con toda confianza inicia una plática y comienza a platicar sobre su vida privada y laboral, después las invita a subir a un vehículo para darles el aventón.