El obispo Salvador Rangel Mendoza recibió el ofrecimiento de la Asamblea Popular de los pueblos de Guerrero para ser recipiendario de la presea Sentimientos del Pueblo, la condecoración alternativa a la presea Sentimientos de la Nación que entrega el Congreso del Estado.
Salvador Rangel llegó a Guerrero a mediados del año 2015, luego de la renuncia anticipada del obispo Alejo Zavala Castro, y desde su llegada a esta entidad ha sido motivo de muchas polémicas por sus declaraciones y revelaciones que tiene que ver con el diálogo con señores del narcotráfico y severas críticas a funcionarios del gobierno.
Rangel Mendoza, nació en Tepalcatepec (Michoacán) el 28 de abril de 1946. Muy joven entró en el Seminario Menor de la Confraternidad de los Obreros del Reino de Cristo y después pasó a la Orden de los Frailes Menores de la provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán.
Cursó sus estudios eclesiásticos en Querétaro y El Paso, Texas. El 19 de diciembre de 1973 emitió la profesión perpetua y el 28 de junio de 1974 recibió el orden sagrado.
Como sacerdote se desempeñó como promotor vocacional de la provincia franciscana, vicario parroquial, párroco en la Arquidiócesis de Morelia, vicario foráneo, definidor provincial y colaborador en la Custodia de Tierra Santa (Palestina).
En Guerrero ha reconocido que se reunió con todos los jefes delincuenciales para promover pactos de paz, y ha revelado que logró recuperar personas que se encontraban secuestradas por grupos de la delincuencia.
Desde su arribo ha mantenido una constante disputa con el secretario general de Gobierno Florencio Salazar Adame a quien ha señalado de burócrata indolente, que toma decisiones incorrectas desde su escritorio como fue el degradar de subsecretaría a sólo una oficina de asuntos interreligiosos.
Al momento de entregar la propuesta para que sea recipiendario de la presea Nicolás Chávez Adame resaltó que ha sido un gran defensor de los derechos humanos y desde la Iglesia ha luchado por que exista una igualdad entre los Guerrerenses.