El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en México aseguró que el Estado está obligado a garantizar su seguridad e integridad evitando que ningún niño, niña o adolescente sea reclutado por grupos armados.
El sábado 10 de Abril del presente año, 35 niños Indígenas de la comunidad de Ayahualtempa, perteneciente al municipio de José Joaquín de Herrera, ubicado en la región de la Montaña baja de Guerrero fueron armados y realizaron practicas de adiestramiento en defensa de su territorio comunitario, presuntamente amenazado por el crimen organizado.
En un comunicado, Unicef México, señaló que cuando niños, niñas y adolescentes son reclutados por grupos armados ven directamente afectados sus derechos, y se ven expuestos a la violencia, ya que son obligados a presenciar o cometer actos que atentan contra su integridad física y su vida, así como la de otras personas.
“Corren alto riesgo de ser sometidos a abusos, explotación, a sufrir lesiones físicas y psicológicas e, inclusive, la muerte. Además suelen abandonar la escuela”, dice Unicef.
Y es, que una de las demandas del coordinador de la Policía Comunitaria de Ayahualtempa, Bernardino Sánchez, es que desde hace 15 meses los niños no han tenido clases y no han sido asistidos por maestros.
También denunció que las autoridades no han cumplido con las peticiones de seguridad, escuelas, becas para huérfanos y apoyos para viudas.
“La infancia y adolescencia en México debe ser protegida contra esta práctica inaceptable, y conforme lo establecen la Ley General de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescente (artículo 16) y la Convención sobre los Derechos de los Niños, y su Protocolo facultativo sobre la participación de los niños en los conflictos armados, del cual México es parte”, precisó UNICEF México.