Alumnos, padres de familia y personal de la escuela secundaria Técnica Número 30 de Chilpancingo solicitaron a las autoridades educativas del estado que se asignen recursos para reconstruir el plantel en el que ya resulta imposible poder realizar la labor educativa en aulas que están deterioradas por el paso de los años y el poco mantenimiento que han recibido.
Los quejosos explicaron que en varias de las aulas el deterioro llega al grado que cada vez que llueve se tiene que suspender clases porque el agua se trasmina al interior, moja los pisos aún cuando se ponen cubetas para captar el agua de las goteras.
Indicaron que las aulas tiene más de 50 años que fueron construidas y debido a que no se les ha dado el mantenimiento óptimo estas llegaron al fin de su vida útil y es necesario que se derrumben y se construyan nuevas estructuras.
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Se resalto que el hecho de que los techos estén llenos de humedad y tiene goteras es sinónimo de que el cemento está fracturado y se ha debilitado lo que podría ser un alto riesgo en caso de un sismo de alta magnitud.
Agregaron que estos edificios ya sobrevivieron a los sismos de 1985, el del 2011, el del 2017 y muchos otros que han causado estragos pero estas aulas se mantiene en pie y sin ninguna afectación mayor, lamentablemente ahora con las filtraciones crece el temor de que un inmueble pudiera colapsar.
En esta secundaria son alrededor de mil 500 alumnos los que asisten de manera frecuente en los dos turnos, ante ello se requiere de la urgente atención del IGIFE, de la SEG, de Obras del gobierno estatal o de cualquier otra instancia que tenga recursos y pueda ayudar a esta institución.
Indicaron que como escuela han enviado todos los oficios necesarios para solicitar que se haga la construcción pero no han tenido las respuestas favorables por lo que seguirán en su plan de acción, en este momento haciendo público que hay una situación crítica con la infraestructura y si es necesario tendrán que salir a movilizarse.
Padres de familia recordaron que cuando ellos fueron estudiantes ya estaban estas aulas “entonces la escuela se conocía como la ETI por ser una Escuela Técnica Industrial y ahí pasamos nuestros años de juventud, hoy nos toca lucha para que nuestros hijos tengan un espacio digno”.
