La decisión tomada hace una década de instalar en Chilpancingo al sexto batallón de ingenieros de combate para apoyar en casos de emergencia provocados por fenómenos naturales también trajo a esta capital la destrucción de uno de sus principales pulmones, un área de aproximadamente 100 hectáreas que fue reforestada a mediados de la década del 70 y tenía miles de árboles de pino.
De acuerdo con Armando Patrón quien se ha convertido en cronista de la colonia del PRI, los vecinos de este asentamiento en su mayoría personas de escasos recursos fueron contratados para participar en una actividad de reforestación que coordinó la entonces llamada dirección de Reforestación dependiente del Gobierno federal.
Fueron miles de árboles que se sembraron en este terreno y fueron los mismos colonos del PRI quienes los cuidaron e hicieron crecer.
También sembraron magueyes al ruedo de todo el terreno que con la llegada de los militares desaparecieron.
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El cronista recordó que en el interior de lo que hoy es el cuartel de Sexto Batallón de Ingenieros de Combate había al menos dos manantiales de los que la gente aprovechaba el agua para lavar ropa y por supuesto para regar los arbolitos en sus primeros años de vida.
Indicó que de acuerdo a los testimonios que ha logrado recabar se recuerda a doña María Hernández quien fungía como cuidadora de estos manantiales y realizaba actividades festivas el día de la Cruz para que el agua no se terminara.
Dijo desconocer si el terreno ya pertenecía a la zona militar cuando se hizo la reforestación, pero si existen testimonios y documentales que confirman que se trató de una actividad realizada por los habitantes de la colonia del PRI, la reforestación de este predio en el que lamentablemente hoy la mayoría de los árboles fueron cortados para cubrir el espacio con concreto levantar edificios que satisfagan las necesidades de los militares.
En este espacio además de dormitorios y áreas administrativas se tiene una enorme explanada que se utiliza para rendir honores a la bandera coma también un espacio para mantener maquinaria pesada que incluye lanchas y hasta puentes temporales, asimismo un helipuerto.
Recientemente también se instaló en el mismo predio un campamento de la Guardia Nacional para el que devastaron otra importante cantidad de árboles.
Finalmente se resalta que desde el exterior se aprecia que los pocos árboles que aún sobreviven dentro de este predio de aproximadamente 100 hectáreas se encuentran con el follaje seco por lo que pronto tendrán que ser talados.
En el año 2013 las tormentas Ingrid y Manuel golpearon el Estado de Guerrero provocando devastación en caminos viviendas e infraestructura urbana el ejército en ese momento activó el plan DN3 para participar en las labores de atención de la emergencia y fue justamente el personal del sexto batallón de ingenieros de combate quienes estuvieron en Guerrero cumpliendo esta misión.
En una de sus visitas el entonces presidente Enrique Peña Nieto determinó dejar de manera permanente este batallón de ingenieros considerando que Guerrero muy frecuentemente sufrían afectaciones por fenómenos naturales y tener un batallón de ingenieros en este lugar permitiría atender con mayor rapidez las situaciones de emergencia,
A partir de ese momento iniciaron los trabajos para la instalación formal de este Batallón que hoy tiene enormes instalaciones dentro de lo que antes fue una reserva natural reforestada por los habitantes de la colonia del PRI