Familias de desplazados de los municipios de Zitlala, y Leonardo Bravo, partieron de Chilpancingo en caravanas este día rumbo al Distrito Federal donde tiene previsto instalar un plantón por tiempo indefinido frente al palacio nación, con ello buscarán tener una audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Acompañados por organismos civiles defensores de derechos humanos, los desplazados buscan que el presidente López Obrador conozca las problemáticas por las que han tenido que dejar sus comunidades bajo amenazas de grupos de la delincuencia organizada, y de esta forma las instancias federales puedan actuar para restablecer el orden.
Entre las demandas puntuales que llevan es que el gobierno federal actúe de forma directa para desarticular todos los grupos de civiles armados que hacen labores de policías comunitarias y que además es una figura que se ha utilizado para crear grupos paramilitares al servicio de los cárteles delincuenciales.
El convoy se integra por tres autobuses y ocho camionetas por lo que se calcula que viajan alrededor de 200 personas quienes se instalarán afuera del palacio nacional este mismo domingo por la tarde y esperan que el presidente López Obrador pudiera atenderlos después de la conferencia matutina del lunes.
El presidente del Centro Morelos de Derechos Humanos de Manuel Olivares, indicó que de Chilpancingo partieron los contingentes de desplazados de Leonardo Bravo, quienes se encontrarían en la caseta de Paso Morelos con los desplazados de Zitlala quienes actualmente se encuentran refugiados en Copalillo.
En el caso de los desplazados de Leonardo Bravo la exigencia es que se retire a los grupos de supuestos comunitarios que bajaron desde Tlacotepec, Teloloapan y otros municipios de la zona norte, con ello podrían regresar a sus hogares y recuperar sus tierras, ganado, viviendas y demás.
Para los de Zitlala, la demanda es que se pueda ofrecer un programa de reubicación miembros de la delincuencia se encuentran asentados dentro de sus propias comunidades y regresar a ese lugar los condenaría a ser víctimas de ataques armados.