Familias que desde el mes de noviembre fueron desplazadas por la violencia de siete pueblos pertenecientes al municipio de Leonardo Bravo, y se mantuvieron en calidad de refugiados en el auditorio de Chichihualco, entregaron formalmente este lunes el inmueble al presidente Municipal Ismael Cástulo Guzmán, luego de que el gobierno federal les entregó apoyos para que renten casas.
Manuel Olivares Hernández, quien dirige el centro de derechos humanos Morelos y ha brindado acompañamiento a las víctimas, señaló que tras un plantón de 39 días que se mantuvo en la puerta del palacio nacional, los desplazados lograron algunos beneficios como apoyo para tener una espera digna hasta que puedan regresar a sus comunidades.
En este apoyo se les entregaron recursos por el orden de tres mil pesos a cada familia para el pago de una renta y cuatro mil para alimentación, este apoyo se les otorgará durante 3 meses con la posibilidad de extenderlo a otros tres si es que aún no se han generado las condiciones de seguridad para que regresen a sus pueblos.
Adicionalmente se desplegaron otras medidas de apoyo como la instalación de una planta potabilizadora de agua y una pipa que estará de manera permanente dotando de agua a las 73 familias.
Un punto en que el gobierno no ha cumplido los acuerdos es en la instalación de tres retenes de seguridad uno en la salida de Chilpancingo rumbo a Chichihualco en el punto conocido como la quebradora otro punto de control estaría ubicado en la salida hacia la comunidad de El Naranjo y un tercer retén en la carretera que comunica a la población de Carrizal.
Por su parte el alcalde Ismael Cástulo Guzmán indicó que el municipio asumió con responsabilidad el trabajo de apoyar a los desplazados y lo haría de nuevo pro cualquier familia que se vea amenazada en su seguridad, porque ese es el trabajo de la autoridad “preocuparse y trabajar por su pueblo”.