La despenalización del uso lúdico de la marihuana es un tema que permitirá no criminalizar a campesinos que han visto en esta planta una oportunidad de tener algún ingreso ante la situación de crisis que han vivido los pueblos de la zona de la montaña de Guerrero consideró el presidente del Centro de Derechos Humanos de la montaña Tlachinollan Abel Barrera.
Sin embargo, indicó que el tema no representa ninguna solución a quienes se dedican a sembrar este enervante pues lo que hace falta es generar condiciones para que la producción se enfoque a los cultivos básicos, que son necesarios para la alimentación.
Indicó que en la montaña se ha disminuido la producción de enervantes no por acciones o programas gubernamentales, sino por el tema del fentanilo que les vino a dejar la enseñanza de que estos cultivos que en un momento representan un boom, en realidad no generan alternativas, pues los campesinos siempre son los menos beneficiados y los precios de venta no los ponen ellos sino otras personas.
“Lamentablemente muchos campesinos de la montaña han visto primero en la marihuana y después en la amapola alguna alternativa de poder solventar sus necesidades, pero en realidad lo que requieren es mayor apoyo para detonar la producción de alimentos básicos”.
Resaltó que la poca producción de alimentos básicos ha sido el punto de quiebre que ha llevado a que las comunidades hayan tenido que incursionar en estos cultivos ilícitos.
“No es un problema solamente de cuestiones legales, sino que es un tema que tiene que ver con salud pública y al mismo tiempo en comunidades indígenas se tiene que garantizar el acceso a los alimentos básicos”.
Finalmente indicó que la gente de la montaña no están arraigados en esta forma de vivir y si ha incursionado es por encontrarse en este extremo de la pobreza y no son ellos quienes han tenido los mayores beneficios.