Directores de los 130 planteles de Colegio de Bachilleres, así como trabajadores de confianza y de cargos directivos en la administración de este subsistema educativo fueron obligados a contribuir con una quincena de su salario supuestamente para canalizar ayuda a los damnificados del puerto de Acapulco. , aunque ni siquiera les explicaron de qué forma se llegaría el apoyo ni para qué sector de la población.
De acuerdo con los quejosos que por más que obvias razones pidieron omitir sus nombres, el director de Colegio de Bachilleres de manera personal se comunicó con todos los directores para pedirles que la quincena que recibieron el 30 de octubre la devolvieran a la administración y esta sería utilizada para apoyar a los damnificados por el huracán Otis.
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Lo más curioso del caso es que los propios directivos del plantel de Acapulco fueron obligados a devolver la quincena es decir que están damnificados doblemente, en un lado por los daños de la tormenta y por otro la decisión de quitarles su salario.
Hasta el momento el Colegio de Bachilleres no ha informado cuánto juntó por la colecta obligada de los directivos, tampoco de qué manera los invirtió, y de qué forma canalizó los apoyos a los damnificados o si entregó el recurso a los centros de acopio oficiales como fue la instrucción del gobierno estatal y presidencia de la república para todas las instancias oficiales y que los apoyos los entregarán sólo el ejército y la marina.
Cabe señalar que el colegio de Bachilleres el día que el huracán golpeó en el puerto de Acapulco tenía una junta académica y deportiva con la participación de 640 alumnos de todos los planteles del estado y por instrucciones del director Jesús Villanueva Vega, su secretario Particular Fernández Hernández se negaron a cancelar el evento y pusieron en riesgo la vida de los jóvenes que terminaron refugiados en una escalera del hotel, gritando de miedo y terror.
Los estudiantes caminaron horas para poder salir de Acapulco y pedir apoyo para regresar a sus lugares de origen, hasta el momento los directivos no han informado si habrá alguna sanción a los responsables que desatendieron el llamado de suspensión de actividades y siguieron adelante con un evento apenas una hora antes de que se empezarán a sentir los vientos del huracán.