El abogados de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Vidulfo Rosales Sierra aseguró que ninguno de los familiares había sido informado sobre las supuestas declaraciones de un testigo protegido de la Fiscalía General de la República a quien se identifica con el nombre de Juan y que sería un capo del grupo criminal Guerreros Unidos, quien está delatando a militares, policías y otras autoridades que en su momento lo protegieron.
De acuerdo con una filtración del expediente que publicó el periódico Reforma, el testigo protegido les reveló que no fueron 43 los desaparecidos sino entre 60 y 80 todos fueron asesinados descuartizados y algunos incinerados en una funeraria, otros desechos en ácido que después fue arrojado al drenaje.
La agresión, a los normalistas asegura se efectuó porque cuando ingresaron a Iguala atrás de ellos llegaron camionetas con hombres armados pertenecientes a un grupo delincuencial que encabezan en la sierra Onésimo Marquina Chapa y de Isaac Navarrete Celis, con quienes tenían diferencias por el pago de un cargamento de droga que fue incautado.
En las declaraciones el testigo revela que en la detención de los jóvenes y los demás desaparecidos, participaron elementos del ejército, policías, y después para agilizar las investigaciones se colocaron restos calcinados e incluso casquillos percutidos en las cercanías de Cocula, además se entregaron miembros del grupo delincuencial de bajo perfil para que se les enjuiciara y las autoridades reportaran avance en la investigación.
El abogado de los padres, indicó que desconocía de estas declaraciones y que los señalamientos son graves porque ahora si se involucra directamente a los militares como se había sugerido investigar por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales.