El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, calificó de exhibicionistas a los miembros de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF), quienes el sábado hicieron marchar a niños con fusiles de palo, como si fueran parte de las tropas armadas en la comunidad de Ayahualtempa, perteneciente al municipio de José Joaquín de Herrera.
Entrevistado al finalizar la misa en la catedral de Chilapa, el obispo dijo que este grupo lo que busca es atraer la atención y con ello que lleguen apoyos económicos para el pueblo y la organización, “porque desde hace tiempo que se están alimentando del dinero que les da el gobierno”, reveló también que hace un año a él lo tuvieron retenido junto con unas monjitas luego de haber ido a celebrar misa.
“Entonces que vuelvan a sacar a los niños, se está faltando al derecho de los niños, que los estén exhibiendo ahí. Yo le pedí a las autoridades que vean ese caso porque están violentando el derecho supremo de los niños para sacar un bien económico”, insistió.
De la misma manera insistió que del grupo de Alcozacán de Chilapa, también es una cuestión económica “a mí me consta como le están pidiendo a ciertos presidentes municipales, para que apoyen a todos los dirigentes”, expuso.
Recordó que él estuvo en Alcozacán para a celebrar una misa por las cuatro personas que habían asesinado, y ahí le dijeron que a mujeres, ancianos y niños que no los dejaban salir, “ellos mismos se quejaron de que no los dejaban salir del pueblo y yo les dije que ellos mismos no se debatan salir porque el otro grupo criminal ni si quiera estaba ahí”, indicó.
Reveló que a él lo detuvieron particularmente Jesús Placido y 40 de estos comunitarios, “me detuvieron con todo y monjitas, yo nunca lo quise declarar para que no se diera importancia, pero no es justo que ni al obispo respetan”, dijo.