Integrantes de la Dirección Colectiva de Organizaciones Sociales quitaron dos juegos infantiles que invadían el monumento erigido en memoria a los caídos del movimiento estudiantil de 1960, en la alameda Francisco Granados Maldonado de Chilpancingo.
Se trata de un sube y baja, y una resbaladilla, que fueron puestos la semana pasada justo donde antes se encontraba la fuente que representaba la autonomía universitaria.
La fuente que era resguardada por los 20 pilares, que había sido construida en honor a las 20 personas asesinadas por el Ejército, fue derribada por orden del municipio, al asegurar que esta representaba un foco de contaminación.
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Francisco Millán García, un familiar de uno de los 20 caídos, señaló que era injusto que se buscara sepultar un hecho histórico que a la vez fue un capítulo negro del gobierno.
Los liderados por Nicolás Chávez Adame, utilizaron una esmeriladora angular para despegar los juegos metálicos.
Después, el contingente conformado por unas 200 personas, las trasladó en marcha hacia las puertas del Palacio Municipal.
Previamente del derribo de los juegos, personal del Ayuntamiento intentó dialogar con los inconformes, pero éstos les lanzaron el ultimátum de que si no retiraban los juegos en media hora, lo harían ellos.