Jubilado del Ejército Mexicano y convertido hoy en día en un “voceador” como se les llama a quienes reparten y venden, periódicos, Ernesto, reconoció que ante la imparable ola de violencia que se registra en la capital del estado y otros municipios de Guerrero, lo novedoso de un crimen ha perdido relevancia.
“En ese entonces mataban a una persona y era una novedad, ahora ya no”, dice mientras camina por el zócalo acompañado con su bonche de periódicos.
Antes que todo, sostiene que el periódico jamás dejará de existir, y enlista una serie de cosas en las que el tabloide es superior a las noticias digitales, que principalmente giran en el uso que se le puede dar al papel, desde cubrirse del sol hasta para pasar el rato.
Ernesto es un militar retirado, a quien las circunstancias lo llevaron a distribuir el periódico de un lado a otro con una gorra y una camisa de manga larga para mitigar el sol.
Actualmente, tiene su pensión del Ejército por sus 25 años de servicio y una pensión de adulto mayor del gobierno federal. Dice que vive bien.
Afirma que no le va mal como repartidor de periódico, y que ese trabajo le sirve como distracción, para estar en forma, y termina la oración diciendo que es un trabajo muy bonito que representa un segundo aire después de estar años encerrado en un cuartel.
Después de retirarse del Ejército, probó suerte como valet parking, guardia de seguridad de hoteles y oficinas gubernamentales y hasta de mesero en su natal Cuernavaca.
-¿Por qué trabajo? El hombre que se sienta a esperar una pensión se acaba muerto -manifiesta.
Los últimos 20 años los ha vivido ininterrumpidamente en Chilpancingo, donde ha visto crecer la ciudad y la expansión del concreto.
Lo que ha visto es que con el paso de los años más personas viven mejor, y que ahora las personas cuentan con dinero porque aprendieron a ahorrar y a no gastar a manos llenas.
No solo ha visto de primera mano los cambios en la ciudad, sino cómo se ha movido el poder público, y aunque no lo dice, todo apunta a que es un seguidor Andrés Manuel López Obrador, el actual presidente de México. Antes, dice claramente que era priísta, y ahora afirma que en 70 años que el partido gobernó no hizo tantas cosas como si se hicieron en estos cuatro años con Morena.
“Lo que vivimos hoy no se compara con antes, hoy la situación es muy agresiva, no sabes en qué momento te va a tocar”, expresa sobre el asunto de la violencia.
De su paso por la milicia prefiere no hablar en demasía. Estuvo un mes en la Costa de Guerrero, en el despliegue militar contra la guerrilla de Lucio Cabañas.
Cuando se le pregunta sobre su opinión acerca del maestro rural, este menciona que es un tema del que se debe pensar bien y prefiere no hablar.
Por otra parte, sostiene que esos militares caídos en esa época deben ser reconocidos, pues argumenta que estos no actuaron por cuenta propio y todo se debió a un mando militar.
Cuenta que muchas personas no cuentan con pleno conocimiento de lo que en realidad es el Ejército y por eso se desinforma, aunado a que hay personas que solo buscan menoscabar los trabajos de la milicia.
Sobre su trabajo, habla de ser inteligente y aprovechar el tiempo para vender más de 100 ejemplares, un objetivo claramente difícil con las redes sociales y el internet.