El exprocurador de Guerrero, Iñaki Blanco Cabrera compareció, nuevamente, ante la Fiscalía General de la República (FGR) sobre el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Sostuvo que la investigación que se realizó en septiembre de 2014 es la base principal del proceso y prueba de ello es que las 33 personas detenidas en aquel momento siguen presos.
“La autoría material e intelectual de los hechos radica en una organización delictiva conocida como Guerreros Unidos, ahí están los chats de Chicago, las intervenciones legales de la DEA; ahí están unos chats que nos dieron a conocer hace unos días por parte de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia. Tienen que ver con trabajos del Ejército, en donde queda más que claro que fueron las cabezas de los Guerreros Unidos, sus gatilleros, sus lugartenientes, de los que tuvieron que ver en este hecho”, aseveró.
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En declaraciones a los medios de comunicación, Blanco Cabrera cuestionó el uso de delincuentes como testigos colaboradores o protegidos pues en muchos casos son capaces de involucrar a personas inocentes y generar nuevos escenarios con tal de aminorar sus castigos.
“En mi experiencia como procurador como fiscal como agente del Ministerio Público siempre fui enemigo de utilizar este tipo de testimonios, son personajes como usted bien señala, con vínculos estrechos con la delincuencia organizada y que muchas de las veces son capaces de vender su alma al diablo con tal de aportar supuesta información sobre un determinado hecho en este caso”.
Afirmó que ha colaborado en diversas diligencias y lo hará las veces que sean necesarias como una prueba de que no tiene mayor interés que esclarecer el caso.
A lo largo de mi vida y en mi trayectoria profesional en el servicio público y el ámbito privado, he actuado en estricto apego a la ley. Hoy los invito, una vez más, a realizar un análisis de los hechos con absoluta objetividad, profundidad, integralidad y en contexto”, señaló.