La normal rural "Raúl Isidro Burgos" de Ayotzinapa no debe desaparecer pese a los hechos de violencia en que se ha visto involucrada, sino que se deben castigar las conductas de los individuos como en cualquier otro caso.
Así lo afirmó el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Alfredo Sánchez Esquivel, quien pidió separar la institución de las conductas de quienes la integran y señaló que tanto en Guerrero como en México hay instancias para investigar y sancionar los delitos que se cometan por cualquier ciudadano.
Durante los últimos días, la normal se vio envuelta en una nueva polémica pues el viernes, un hombre y una mujer murieron luego de que un autobús -presuntamente manejado por normalistas-, los impactara en el libramiento Chilpancingo- Tixtla.
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Tras la polémica, la normal emitió un comunicado donde se deslinda del tema, niegan que alguno de los alumnos manejara la unidad y pidieron una investigación para deslindar responsabilidades.
"Una cosa es la pertinencia de que haya una escuela rural para gente de escasos recursos y otra ese lamentable accidente donde hay un dictamen que fueron "tal" o "tales" lo responsables", declaró Sánchez Esquivel.
Señaló que "20 o 30 integrantes no son la institución", por lo que pidió esperar la investigación y "que se castigue a los responsables".
El legislador de Morena recordó que de la institución han egresado muchos maestros que hoy trabajan en las zonas más olvidadas del estado y del país.
Insistió en que la toma de casetas, actos de rapiña, vandalismo y demás que son achacados a los normalistas "se deben sancionar como cualquier delito", pero no cerrar una institución tan emblemática.