El cáncer infantil no distingue entre pobres oricos, entre rubios o morenos, no le importan las clases sociales,daña por igual, destruye los organismos y causa anemia, dolorintenso, pérdida de peso y de la esperanza de vida a cientos deniños en México y en el estado de Guerrero.
El caso de Melody es uno de decenas que se atiendenen el Instituto Estatal de Cancerología, ella es una pequeña desiete añitos, que desde que cumplió cuatro los médicos ledetectaron Leucemia, desde ahí, su vida y la de toda su familiadio un giro de 360 grados, por el temor de que la enfermedad lavenciera.
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Melody ama a las princesas de Disney, de hecho ellaes la Cenicienta y dijo en entrevista que de grande quiere serdoctora para curar a los enfermos, principalmente a los niños paraque ya no sufran con los tratamientos para eliminar célulascancerígenas y los padres no lloren todos los días, por la rabiade no saber cómo recuperar la salud de sus hijos.
“Me gusta la película de la Cenicienta, de echo ledigo a mi mami que yo soy como la Cenicienta con ese vestidobonito, cuando me recupere y me pueda parar de esta cama voy abailar y estudiar para ser doctora, y curar a mis amiguitos queestán aquí conmigo para que ya no sufran”, señaló.
La realidad es que los padres de esta niña estándesesperados porque hace una semana tuvo una recaída y necesita demanera urgente una transfusión sanguínea, de lo contrario, lasesperanzas de vida son muy pocas, por eso esperan que con lacampaña de donación que inició hoy, muchos ciudadanos puedanacudir y así obtener la cantidad que necesita Melody.
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Como Melody, decenas de niños acuden durante lasemana a recibir sus tratamientos de quimioterapia para intentarvencer el tipo de cáncer que padecen, algunos ya no tienencabello, se ven pálidos, adoloridos y los más graves tienen queestar encamados o son transportados en silla de ruedas, porque laenfermedad los está acabando, pero siguen en la lucha.
A pesar de las complicaciones, de cada diez niñosenfermos de cáncer siete salvan la vida si la enfermedad esdetectada a tiempo y siempre y cuando cumplan con las indicacionesde los médicos oncólogos durante el tratamiento, que a lamayoría se les brinda de manera gratuita y que en hospitalesprivados tendrían un costo superior a los dos millones depesos.