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CHILPANCINGO, Gro.- Familias que en el 2013 fuerondamnificados por las tormentas “Ingrid” y “Manuel”, luegode que sus hogares quedaran destruidos en las inmediaciones de labarranca de las Calaveras, han regresado a vivir en este lugar aúncuando fueron beneficiados con una vivienda en el fraccionamientoNuevo Mirador, debido a que la nueva colonia no tiene servicios yestá muy lejos de la ciudad.
En la barranca de Las Calaveras la vida ha retomadoel mismo ritmo que antes de la tormenta, en aunque aún persistenrastros de las afectaciones un par de casas abandonadas y a puntodel derrumbe, otras las han reparado, pintado y hasta aumentado lospisos a la construcción.
Uno de los jefes de familia que fueron reubicadoscomentó que en su hogar tiene tres niños de diferentes edades,uno estudia secundaria, otro primaria y el más pequeño alpreescolar, de forma que para traerlos a la escuela se tiene quepagar pasaje o en su defecto traerlos en su vehículo particular,en el que igual sale muy caro porque la gasolina está muy cara ytiene que dar retorno hasta la caseta de Palo Blanco.
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“Tengo que traerme a las 6 de la mañana a los tresniños, porque a las siete entra el de la secundaria y hay que ir adar la vuelta”.
Otro problema que encontraron en este lugar es que nohay agua y sale muy caro estar pagando, de tal forma que lo quepagan entre agua y pasajes, sale lo mismo que estar rentando unbuen departamento, por ello decidieron seguir viviendo en labarranca de Las Calaveras y sólo los fines de semana se van apasar el día en el Mirador.
Comentó que desde hace muchos años se ha dedicado avender fruta de temporada, tiene que ir al mercado a comprarla ydespués salir a colonias y comunidades a vender, entoncestrasladarse desde El Mirador al mercado le significa mucha pérdidade tiempo y llegar tarde a la compra con los mayoristas, por eso ymuchas otras cosas es mucho más práctico estar aquí, además queya sabemos que si empieza a llover, de inmediato salimos corriendopara el Mirador, además de que no tenemos muchas cosas, sólocolchonetas para dormir”.
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Indicó que de las familias que se reubicaron casitodas siguen teniendo sus casas en este sitio, pues una parte delos terrenos tiene escrituras y otra que se encontraba cerca delcauce de la barranca es lo que ya no se está ocupando.
“Las casas del Mirador están mal, se estáncuarteando y los pisos se están separando, por eso tambiénsabemos que puede pasar algo en ese lugar, si se tiene problemaspodremos regresar a esta casa, si la dejamos lo perderemos todootra vez”.