La familia de Petra Hipólito es una de las 10 que resultó damnificada por el desgajamiento de tierra suscitado en la barranca La Lobera de Chilpancingo.
Sin embargo, con más de 20 años habitando ese lugar, donde pudo comprar el terreno y después de construir, ella sostiene que no se moverá de ese lugar debido a la falta de apoyo de las autoridades.
Ella manifiesta que no cuenta con otro patrimonio al cual mudarse, y que es de bajos recursos. Esto lo dice en lo que hasta hace unos meses era su sala, la cual estaba construida de madera y lámina.
Su vivienda, ubicada en la calle Pino 3, prácticamente esta apunto de colapsar. Un cuarto, que antes era su recamara, se encuentra deshabitada y aunque por debajo la mitad se encuentra volando, aún ocupa el espacio para dormir.
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A principios de mayo, los vecinos evacuaron sus viviendas ante el riesgo de que estas pudieran colapsar hacia la barranca, y fueron llevados a un albergue temporal en lo que se implementaban medidas.
Se trata de más de cien afectados, quienes vaciaron sus hogares con la esperanza de poderse llevar lo más que se pudiera de su patrimonio. En el caso Petra, ella regresó porque las autoridades de plano no le dieron una opción de vivienda digna.
Por esta razón regresó con solo algunas de sus cosas, y algunas colchonetas y cobijas. Desbarató su sala, que era un cuarto de madera, y ahora utiliza alguna de esa madera para cocinar.
El temor de Petra es que las lluvias pueden empeorar todo. Incluso su patio, que ya cae hacia la barranca, y que ya no es accesible por el hundimiento que se presenta.
Ahora junto con su esposo y dos hijos, solo busca una vivienda en la que pueda iniciar de cero, y en la que no tenga miedo de lo que sucederá el día de mañana.