El sistema de drenaje del cuartel militar que alberga el sexto Batallón de Ingenieros de combate colapsó y genera que las calles de la colonia del PRI en Chilpancingo se inunden de aguas negras y mucha contaminación, el problema se acrecienta debido a la cercanía el mercado de zona donde se expenden principalmente alimentos.
El cuartel del Sexto Batallón de Ingenieros de Combate es relativamente nuevo, se construyó después de los fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel, que destruyeron la infraestructura de Guerrero y este batallón de ingenieros militares vino a Guerrero para apoyar en la reconstrucción, después por orden presidencial se decidió dejarlos aquí para que ayudaran de manera rápida ante cualquier contingencia.
Lea también: Anarquía mantiene en crisis a dueños de estacionamientos
A ellos mismos se les asignó la tarea de construir su cuartel para ello, lamentablemente destruyeron un área de reforestación en la que se tenían árboles plantados hace más de 40 años, y en los que reforestando participaron vecinos de la colonia del PRI.
La construcción del cuartel también cerro espacios pequeños manantiales de agua que existían en ese lugar, sitios a los que mujeres de la colonia del PRI asistían para lavar ropa o incluso acarreaban agua hasta sus hogares en cubetas desde los pequeños brotes.
Hoy el sitio está bardeado al interior aún persisten muchos árboles pero menos de la mitad de los que originalmente había, y lamentablemente de su pared brotan las aguas negras que inundan las calles aledañas.
Vecinos de este cuartel militar aseguraron que han denunciado la situación a la Capach, pero les informan que el problema no es en la tubería de la calle, sino en el interior de la zona militar y eso sale de su competencia de atención.
Cabe señalar que la del PRI fue la primera que tuvo un reconocimiento oficial después de los 4 barrios tradicionales de formaron Chilpancingo, se edificó en los años 60 y actualmente es una de las colonias más sobrepobladas de la ciudad, con una demografía de más de cinco mil habitantes, mismos que hoy se encuentran en riesgo permanente por la contaminación que desechan en sus calles los militares.