La carretera Chilpancingo Tixtla se ha convertido en un riesgo para quienes la transitan debido a constantes deslaves y derrumbes que se han generado por las recientes lluvias, y es que aunque el material que cae sobre el pavimento no es mucho, los pequeños montículos de tierra pueden originar un accidente.
Los derrumbes se presentan principalmente en el tramo que va desde la salida de Chilpancingo hasta al cerro de Machohua que es la parte más alta de la carretera y la mitad del camino entre Chilpancingo y Tixtla.
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Usuarios de la carretera refieren que aunque son un riesgo los deslaves, hasta el momento no hay ninguna autoridad retirándolos y los automovilistas los sortean a veces invadiendo el carril contrario con el riesgo que ello representa.
Las afectaciones van desde pequeños deslaves, escombros, piedras y hasta árboles caídos que invaden una parte de los carriles, reduciendo la circulación a un solo carril en diversas secciones.
Sin embargo, el viaje para los automovilistas se vuelve mas peligrosa en las zonas de curvas, en dónde tienen que reducir considerablemente su velocidad para evitar derrapar con las piedras que hay sobre el asfalto. Así mismo este material puede generar ponchaduras de llantas y daños en la suspensión de sus vehículos.
Pese a los graves problemas que presenta la carretera, no se observa presencia de personal de mantenimiento por parte de los municipios de Chilpancingo y Tixtla, ni tampoco de las autoridades estatales o federales para limpiar la zona y así evitar un posible accidente.