Ricardo Astudillo Calvo, diputado local por el séptimo distrito de Acapulco, lamentó que no haya sido aprobada ni siquiera la discusión de las propuestas de los priistas para aminorar la carga tributaria a los acapulqueños afectados por el huracán Otis.
En el Congreso de Guerrero, se propuso exentar de pagos de licencias de construcción a los habitantes de este puerto, afectado por el paso del meteoro registrado hace casi dos meses.
El legislador fijó postura a favor de las reservas que presentó su compañera Julieta Fernández Márquez y cuestionó el hecho de cómo van a pagar los acapulqueños por un permiso de licencia de reconstrucción, “si no hay dinero ni siquiera para construir”.
Astudillo Calvo señaló que “el pago de impuestos dañará en forma severa el bolsillo de miles de familias damnificadas que buscan oportunidades para recuperarse de las pérdidas” que sufrieron como consecuencia de los fuertes vientos mayores a los 300 kilómetros por hora que destruyeron lo que encontraron a su paso.
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El diputado lamentó que a pesar de que hay 11 diputados de Acapulco (8 del partido Morena y 3 del PRI) no haya sido de interés común promover facilidades a los contribuyentes como incrementar los descuentos en el predial o cancelar los cobros en las licencias comerciales o de reconstrucción de viviendas.
“Esta representación lamenta y está verdaderamente fuera de lugar que no haya sido ni siquiera aprobado para que fuera discutido, un aumento en el descuento para los paisanos acapulqueños y no se trataba de otra cosa más que autorizar un diez por ciento más anual en el pago del predial y que se condonara el pago en las licencias comerciales y de construcción”, apuntó.
En su discurso, señaló que como pueden, los empresarios están levantando sus negocios que son fuente de ingresos, de empleos y la principal fuente de economía de Acapulco, como destino turístico.
Estimó que con el pago de los impuestos sin otorgar facilidades como meses sin intereses a través de tarjetas de crédito, no habrá flujo de dinero, y en los primeros meses del próximo año, los acapulqueños se van a enfrentar a una realidad más dura como el hecho de que ya no existan fuentes de empleo porque varios establecimientos están cerrando sus puertas definitivamente y en otros están despidiendo a cientos de trabajadores, principalmente de la industria hotelera y restaurantera del puerto.