El conflicto de la normal de Ayotzinapa y el desinterés del Gobierno para contener los actos violentos de los estudiantes deja desprotegida a la sociedad al quedar en medio de la confrontación, ahuyenta inversiones y hace que la ciudadanía viva presa del miedo y con la sensación de un vacío de autoridad, señaló Adrián Alarcón Ríos, presidente del Grupo "Chilpo".
Alarcón Ríos expresó que para todos los sectores sociales siempre será muy lamentable que se asesine a un joven: "lamentamos mucho la forma y la acción que se dio en el asesinato del estudiante de Ayotzinapa y nos sumamos a la indignación sobre todo de la familia".
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Sin embargo, el líder empresarial también repudió las acciones de funcionarios del gobierno que modificaron evidencias: "ya está comprobado de que se alteraron las situaciones en el lugar de los hechos, primero lo lamentamos como sociedad, pero también como siempre, a la sociedad nos dejan en medio de la falta de autoridad y también de los actos violentos con que se conducen estos muchachos".
Señaló que los estudiantes de la Normal no sólo han vandalizado espacios públicos, también afectan a la iniciativa privada, causando que se esfumen posibilidades de inversión pública y privada.
"En el estado de Guerrero poco se invierte y menos cuando todas las semanas ocupamos primeras planas de medios nacionales e internacionales que muestran la violencia que aquí se vive, y no sólo en hechos como los ocurridos el lunes en el Palacio de Gobierno, también a las empresas les vandalizan vehículos, les roban combustible, les roban los vehículos y muchos otros daños".
Adrián Alarcón destacó que además de las bombas que lanzan contra los edificios, los normalistas tienen la costumbre de ponerse en el crucero de Tixtla y detienen los vehículos para robarles combustible, usan un marro y cincel para romper los tanques y eso podría derivar en un accidente.
"Como sociedad no podemos estar en un estado que está rayando en la ingobernabilidad, por un lado la falta de atención de parte de la autoridad, que cuando son los estudiantes los dejan pasar, los dejan hacer sus desmanes y sólo actúa cuando son manifestaciones de otra índole que a veces es más justificable".
“Como siempre ahí está la sociedad en medio, por un lado de la omisión de las autoridades y por el otro lado, la acción vandálica de estos pseudoestudiantes. Creo que se requiere ya actuar a fondo y sobre todo buscar el origen de esta violencia”.
El empresario explicó que, como grupo de la sociedad civil, su propuesta sería que se llame a los papás de los estudiantes: "se tiene que buscar a las familias, a los papás de estos jóvenes para entrevistarse con ellos y que los hijos pues de ahí comparezcan entre los padres, porque los padres también parecen estar ausentes de lo que realizan sus hijos".
"No podemos vivir en ese estado donde como siempre la sociedad sale perdiendo hay falta de inversión porque quién va a querer invertir en un estado violento como el nuestro. En otros estados, por ejemplo del norte o del centro del país hay inversiones, hay empresas que se están reubicando de Asia en México, pero en Guerrero no encontramos ni obra pública en Chilpancingo. La sociedad realmente estamos espantados cuando escuchamos como detonan los artefactos que ellos mismos fabrican, los estudiantes crean pánico en la población y no sabemos qué hacer ante la omisión de las autoridades".