Tras afirmar que dejará cuentas claras al terminar su sexenio como gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, confió que “el tigre” que se sacó al ganar la elección de gobernador, representado por la pobreza y violencia, no lo devore antes de que concluya su mandato.
Astudillo Flores, recordó que llegó en un momento crítico y que en su toma de protesta no había llegado un gobernador en un relevo constitucional con tiempos tan complejos como asumió la responsabilidad, cuando la situación era álgida por el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“Algunos me hacían hasta bromas, que me había sacado la rifa del tigre, y yo le echaba más a la broma, dije sí en rifa de un tigre y en una jaula muy chiquita y ni siquiera con una vara para controlar al tigre. Y recientemente me entrevistaron y me dijeron oiga qué pasó con el tigre y yo les dije el tigre ahí sigue, y ahí seguirá, Guerrero es un tigre, me falta un año y espero no ser devorado en el año que me falta”, dijo.
El mandatario admitió que “la realidad es que Guerrero es todo un caso, porque es un territorio donde somos orgullosamente, que por cierto ayer cumplimos 171 años como guerrerenses, pero cada territorio tiene su peculiaridad humana”.
Estimó que la población tiene diferencias en las siete regiones y alertó que quien gane la elección de gobernador va a encontrar al mismo tigre al que se le ha sumado la pandemia de Covid-19.
“Al final de cuentas el tigre va a seguir y el futuro gobernador o gobernadora de Guerrero se va a encontrar con el tigre, porque el tigre sigue estando presente y el tigre está representado por la pobreza, por la triste historia de la violencia que tenemos y si hoy le sumamos también los efectos y desafíos del Covid, pues entonces el tigre ahí está”; dijo
Señaló que la presencia de algo que no podemos ocultar que existe la siembra de amapola y marihuana que hace de los territorios, zonas peligrosas y en permanente disputa.
Indicó que será respetuoso del proceso electoral y que tratará de hacer la mejor entrega recepción a quien gane la elección del próximo año e indicó que se prepara para dejar cuentas claras al finalizar su gobierno.
En el tema de la ejecución de obra pública, señaló que el último día de agosto del 2021 la van a parar y que en los 57 días restantes se terminará la obra que se pretende hacer para no cometer la imprudencia de ejercer recursos hasta el último de su gobierno, el 26 de octubre a las doce de la noche.
“Para que pueda haber menos cuestiones pendientes, estamos revisando todo lo que tiene que ver para que el estado pueda quedar en mejores condiciones”, mencionó.
Finalmente, dijo que las elecciones se van a dar en el marco del Covid-19 y expresó sus dudas de que los 3.5 millones de habitantes en Guerrero puedan tener la vacuna contra este virus en marzo, fecha programada por las autoridades federales para que llegue el biológico contra este mal, de acuerdo a lo dicho por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.