El concurso mi primer invento que se realiza entre alumnos de primaria y secundaria, cumple su primer cuarto de siglo, en este tiempo ha impulsado a los niños a conocer de ciencia y tecnología, de acuerdo con la creadora de este programa, entre quienes participaron en este concurso siendo niños hoy se tiene científicos destacados.
Ángela Memije Alarcón, quien impulsó la primera edición de mi primer invento hace 25 años cuando dirigía el Centro Infantil de Recreación, Ciencia y Cultura Circyc, y ahora lo hace como Jefa del Departamento de Investigación e Innovación Educativa de la SEG, indicó que el concurso únicamente se ha suspendido dos años durante la pandemia de covid-19, porque toda la actividad educativa se confinó a los hogares de los niños.
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Indicó que actualmente existen dos jóvenes mexicanos que están sobresaliendo en el extranjero y reconocen que su paso por mi primer invento fue fundamental para tomar la decisión de sus careras, “uno de ellos labora en Alemania para una empresa de automóviles y es creativo en el área de diseño de los autos, otro guerrerense trabaja en el desarrollo de robótica en Francia.
Asimismo la joven Analis Silva Silverio quien acaba de concluir un doctorado en astrofísica se encuentra participando en el proyecto del gran telescopio milimétrico que es el proyecto más importante de astrofísica que tiene la agencia espacial mexicana.
El concurso de mi primer invento se realizará en el mes de septiembre y este día se presentó oficialmente la convocatoria en la que se dan a conocer las bases con las que podrán participar los alumnos de cuarto a sexto año de primaria, así como los tres grados de secundaria, en los que se ofrecerán premios que van de mil a tres mil pesos en cada una de las cinco categorías en la etapa regional y un poco más en la estatal.
Explicó que además habrá algunos premios sorpresa para los niños que resulten tener las mejores ideas en su participación.
Memije Alarcón resaltó que en estos 25 años se han percatado que los niños de la montaña y de la zona norte son los más participativos y muchas veces hasta apoyo para trasladarlos se ha conseguido porque es difícil para ellos poder pagar el pasaje para venir a la etapa estatal a Chilpancingo.