La expedición mexicano japonesa de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad de Kyoto concluyó su misión en la brecha de Guerrero y alertan que podría darse un sismo de mayor magnitud al de septiembre pasado.
El responsable del equipo mexicano, el doctor Víctor Manuel Cruz Atienza de la UNAM, explicó que después de 13 días en el mar y de recorrer más de dos mil 500 millas náuticas, unos 4 mil kilómetros, a bordo del buque El Puma, se rescataron 3 de los 7 sismógrafos, pero también se confirmaron datos recogidos en el fondo oceánico.
El especialista en física de sismos confirmó que descubrieron un fenómeno inusual, de que se está produciendo un sismo lento bajo el mar frente a las Costas de Guerrero, desde los primeros meses de este año y que esperan corroborar con los datos recogidos durante el desarrollo de la misión.
Precisó que la actividad sísmica en la Costa Chica de Guerrero reportada por el Servicio Sismológico Nacional es actualmente "anormalmente alta" y que esto se debe a los sismos lentos ocurridos desde septiembre hasta la actualidad.
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El científico mexicano Cruz Atienza refirió que la elevada cantidad de temblores producidos en las Costas de Guerrero en los últimos cinco años sirve para aliviar la energía acumulada por el acoplamiento de las placas continentales de Cocos y Norteamérica.
Por eso es fundamental continuar con el estudio de todos los datos recopilados por la expedición, aunque frustrados en parte por no haber recogido cuatro de los siete sismógrafos, se colocaron 8 más para recopilar más datos del lecho marino en los próximos meses.
Por su parte, el científico en jefe de la parte japonesa Yosihiro Ito, precisó que se necesita comparar los datos recogidos en el mar con los de tierra, que les permitirá saber dónde está la mayor zona de fricción en la que podría suceder el sismo.