Con ingenio y chatarra colecta agua de lluvia

Ante el desabasto del vital líquido que se vive Chilpancingo, Jesús Villafaña se las ingenió para construir un colector que almacena el agua de lluvia en tinacos de mil 100 litros

Abel Miranda | El Sol de Acapulco

  · jueves 26 de agosto de 2021

Foto: Abel Miranda | El Sol de Acapulco

A pesar de que la ciudad de Chilpancingo se encuentra asentada en las márgenes de lo que fue el río Huacapa, por ella cruzan 54 barrancas y existen decenas de pequeños manantiales de agua en diversas partes, el abasto del vital líquido en la capital de Guerrero es de los más deficientes que se tiene en todo el país, existen zonas en las que el agua llega una vez al mes por mes, y otras en las que definitivamente no se tiene infraestructura instalada.

La crítica situación en que se habitan los 283 mil 354 habitantes de Chilpancingo genera casos como el del señor Jesús Villafaña que ante la carestía del vital líquido utilizó chatarra para construir su colector de agua de lluvia que almacena tinacos de mil 100 litros.

Lámina de una vieja lavadora, el plato de una antena de televisión satelital, botes de refresco y trozos de manguera han sido utilizados en la canaleta que colecta el agua que llega a un tinaco y cuando se ha llenado de manera automática abastece al segundo de pósito.

La colonia Nueva Esperanza es irregular, se formó con personas que se asentaron en el predio situado al noreste de la ciudad cerca de la colonia Nolberto Flores Baños y posteriormente han buscado establecer diálogo con los propietarios para que les vendan el terreno y puedan edificar sin temor a un desalojo.

“Nos venimos aquí con mi esposa y mi hija, entre todos hicimos la casa, echamos el piso y ante la falta de agua claro que pusimos ingenio para poder hacer el colector.

Mencionó que durante el periodo de lluvias el agua es suficiente para satisfacer sus necesidades, lamentablemente no se tiene capacidad de almacenar mucha agua que pudiera servirle en la temporada de estiaje, pues sólo tiene tres tinacos.

“He pensado en construir una cisterna grande pero es mucho dinero porque hay que construir un cuarto completo que quedará enterrado, y en este momento no conviene gastar porque no sabemos si nos van a vender el terreno o un día tendremos que desalojarlo”.

Cuando el agua de lluvia se acaba los vecinos de la Nueva Esperanza tendrán que adquirir su agua a las pipas que suben a ofrecerles en 120 pesos el llenado de un Rotoplas.

Don Jesús nos mostró su sistema de llenado y nos relató que con estos tres tinacos que tiene su familias sobrevive al menos dos semanas y ahorita que es temporada de lluvias en ese tiempo seguro que se vuelven a llenar de forma que el agua no les faltará hasta septiembre u octubre que las lluvias se alejan.

“Nos gusta el agua de lluvia porque es limpia, y muy dulce, el agua de pipas muchas veces viene contamina y muy salada, pero si no hay más tenemos que comprarla y utilizarla para lavar la ropa, y las demás necesidades porque para tomar, guisar y hasta lavar los trastes muchas veces usamos de garrafón”.

“Tengo muchos vecinos que aún ahorita en lluvias compran agua porque no les gusta o no tiene un colector, piensan que van a gastar mucho pero en realidad se trata sólo de un poco de ingenio, y tener la determinación de hacer algo”.

Indicó que en su casa no sólo el colector esta hecho con material reciclado, también sus puertas y otros enseres de su casa.

Capach en quiebra

De acuerdo con la información que ha dado a conocer la Comisión de Agua potable y Alcantarillado de Chilpancingo, este organismo se encuentra en quiebra debido a más de 40 mil usuarios son deudores y suman más de 100 millones de pesos en adeudos.

La paramunicipal genera gastos de aproximadamente de cinco millones de pesos mensuales pero sólo genera alrededor de tres, debido a eso en lo que va de la presente administración municipal acumuló más de 80 millones de pesos en deuda a la Comisión federal de electricidad pro el servicio de energía eléctrica y en este momento se tiene cortado el servicio en los sistema de Mochitlán y Acahuizotla de tal manera que sólo el sistema Omiltemi está aportando agua a Chilpancingo en un flujo de aproximadamente 100 litros por segundo y de acuerdo con expertos para el abato de la ciudad se requieren más de 500 litros por segundo del vital líquido.