“No sé si lloro por el coraje que me genera saber que Toño Gaspar se quiere robar mi quincena, o lo hago de preocupación de no saber como pagaré los gastos de la casa y la comida de mis hijos, o es por el gas que estos malditos policías nos arrojaron”, señaló una de las mujeres que exigiendo el pago de su quincena bloquearon la autopista del sol y fueron desalojados por la policía del estado que les lanzaron gases lacrimógenos.
Nancy Gálvez García, quienes es trabajadora del ayuntamiento asignada al área de desarrollo económico y Comercio, comentó que como madres de familia es doble el problema que están pasando como consecuencia de la retención de salarios, pues los hijos no saben de política o cambios de gobierno y ellos quieren tener su plato de comida todos los días.
Lee también: Trabajadores del Ayuntamiento de Chilpancingo bloquearon la Autopista
Indicó que la mayoría de quienes se han sumado a protestar son mujeres porque son a las que más les preocupan los hijos, son quienes tiene que estirar un peso para que alcance en el hogar.
“Estamos muy ofendidas por el actuar de Antonio Gaspar quien ha retenido los salarios, atentando no sólo contra los trabajadores, sino contra todas nuestras familias que dependen de lo que ganamos”.
La mujer junto a todos los trabajadores afiliados a la sección 14 del sindicato independiente participación en una marcha que llegó hasta la autopista del Sol en el punto conocido como el Parador del Marqués, ahí por más de tres horas realizaron bloqueos parciales a la carretera y ante la nula atención por parte de autoridades decidieron cerrar completamente la vialidad.
Ante el bloqueo a la vía de comunicación, personal de la policía estatal, encabezado por el secretario de Seguridad pública David Portillo Menchaca, realizaron el desalojo, para ello utilizaron escudos toletes y lanzaron bombas de gas lacrimógeno.
“Eso que nos echaron arde en la cara, pero arde mucho más el saber que mis hijos están en la casa sin comer y no tengo de donde sacar ahorita para llevarles algo”.
Pro eso ya no se si llorar por el gas, o del coraje que siento por no haber recibido el pago de mi quincena.
