CHILPANCINGO, Gro.- La invasión del comercio ambulante en las banquetas de calles aledañas al centro de la ciudad, se ha convertido en un peligro latente para la población que tiene que transitar caminando, pues son obligados a caminar por el arroyo vehicular con el riesgo de ser atropellados.
Calles como Altamirano, República del Salvador, 16 de Septiembre, se encuentran invadidas por el comercio informal que despliega mesas, cajas, carretillas, y cualquier cantidad de cosas para exhibir productos violando las normas establecidas en el Bando de Policía y Buen Gobierno.
El artículo 131 de la Norma Municipal establece que para el ejercicio del comercio ambulante requiere de permiso, licencia o autorización del Ayuntamiento, y sólo podrá realizarse en las zonas y bajo las condiciones que el Reglamento respectivo establezca.
Este permiso tiene que ser autorizado directamente por el presidente municipal, sin embargo, son los agentes de Gobernación y su director, quienes tiene el monopolio del comercio ambulante y cobran entre 50 y 200 pesos a cada persona que instala su puesto en la calle invadiendo la vía pública.
