Un grupo de presuntos colonos marginales de Acapulco y Chilpancingo pretendieron tomar la caseta de Palo Blanco en la Autopista del Sol, pero fueron persuadidos por un solitario agente de la Guardia Nacional de no hacerlo porque serían detenidos y encarcelados.

Los manifestantes dijeron ser colonos de Acapulco y Chilpancingo que no han sido beneficiados con obras sociales y por ello recolectarían recursos entre los usuarios de la vía, quienes no pagarían el peaje oficial sólo una cooperación voluntaria para el movimiento.

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El agente de la Guardia Nacional les explicó que realizar la toma de la caseta constituye un delito que es sancionado con pena corporal es decir que si tomaban la caseta sería necesario detenerlos e iniciales procesos legales.

Los inconformes arribaron en vehículos particulares y algunos taxis de Acapulco desde las 9:00 horas, tras media hora de tomar el control de las plumas personal de la GN acudió al lugar donde los persuadió de liberar la caseta y retirarse, sin que existiera resistencia alguna.

El grupo de manifestantes encabezado por Francisco León aseguró que solicitaron a las autoridades permanecer una hora para recaudar recursos, que serían utilizados para las colonias de Acapulco y Chilpancingo que no tienen atención de los gobierno y no cuentan con los servicios básicos, pero se retiraron cuando el agente de la Guardia Nacional les advirtió de las posibles consecuencias.