Un muestreo que realizó la Comisión para la Prevención de Riesgos Sanitarios en el Estado de Guerrero (Cofepirs), para determinar la cantidad de cloro que se pone al agua que se distribuye en las tuberías de Chilpancingo detectó que en el sistema de Omiltemi no se está aplicando el químico, por lo que el agua podría estar llegando contaminada al usuario final.
Un documento del que este reportero tiene copia y que fue obtenido a través de una solicitud de transparencia establece que el día 28 de junio del 2022, personal de la Cofepris realizó la toma de muestras en el interior de un domicilio de la colonia Omiltemi, situado en la esquina que forman las calles cerro del Ajusco y Tepellac, el resultado inmediato fue que el agua tiene cero concentración de cloro.
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Ente la nula presencia del desinfectante, el personal de la Cofepris realizó una muestra que se identifica como "Colilert" con la que se analizará la cantidad de bacterias coliformes y E-coli que pueda contener esta agua que está siendo enviada a los chilpancingueños sin tener al menos un proceso de cloración.
El mismo 28 de Junio se realizó una toma de muestra en el tanque de la colonia Amelitos y el resultado fue similar, detectaron que el agua que se distribuye en la ciudad no está recibiendo el tratamiento de cloración que se establece en las normas aplicables para la distribución de agua para uso humano.
cabe señalar que la aplicación de cloro es uno de los métodos más comunes para realizar la desinfección del agua, y de acuerdo con expertos es efectivo y resulta lo más económico para eliminar los microorganismos, además de que este proceso es indispensable para el cumplimiento de la NOM-127-SSA1-1994, misma que el municipio viola flagrantemente al no colocar el químico al agua que viene del sistema Omiltemi.
Excesos en sistema Acahuizotla
mientras que al agua que baja de Omiltemi no le están poniendo nada del desinfectante al agua que viene del sistema Acahuizotla le están poniendo de más y eso también viola la norma oficial que regula el suministro de agua para la población.
Y es que de acuerdo con la norma los niveles de cloro residual deben estar dentro de los límites establecidos en la NOM-127-SSA1-1994, que son de entre 0,2 y 1,5 mg/L, y en la revisión que se hizo el mismo 28 de junio, en la caja rompedora localizada en el Salto Valadez, se encontró que contenía 3.0 mg/L, es decir que se le colocó más producto del que debe contener y eso también representa un riesgo para la población.
de acuerdo con información localizada en foros de expertos, "El cloro es un producto químico relativamente barato y ampliamente disponible que cuando se disuelve en agua limpia en cantidad suficiente, destruye la mayoría de los organismos causantes de enfermedades, sin poner en peligro a las personas. Empero, el cloro se consume a medida que los organismos se destruyen. Si se añade suficiente cloro para la desinfección del agua, quedará un poco luego de que se eliminen todos los organismos; se le llama cloro libre. El cloro libre permanece en el agua hasta perderse en el mundo exterior o hasta usarse para contrarrestar una nueva contaminación".