Por segundo día consecutivo, cientas de unidades del transporte público continuaron la suspensión del servicio ante los últimos hechos de violencia acontecidos en Chilpancingo, con lo que se ven afectados miles de usuarios.
En un recorrido realizado por diversos puntos de la ciudad, se observó que solo un mínimo de urvans y taxis ofrecían al servicio hacia algunas rutas.
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Durante la jornada del lunes, transportistas sostuvieron que pararían el transporte durante tres días, en demanda de garantías de seguridad para brindar el servicio.
Incluso se habló que líderes transportistas habían sostenido una reunión con funcionarios de gobierno para hablar del tema, sin embargo, de manera oficial no ha habido ninguna información sobre el encuentro.
Las calles lucieron poco concurridas en algunas partes en el Paseo Alejandro Cervantes Delgado y en algunas de las avenidas principales de la ciudad.
También por redes sociales, circularon amenazas por presuntos integrantes del crimen organizado, quienes señalaron que tomarían represalias por cada vehículo incendiado.
El lunes, en el crucero de la Indeco, ubicado sobre el antiguo Libramiento a Tixtla, cuatro choferes fueron asesinados a balazos en un ataque a la base de urvans de la ruta Los Ángeles Mercado.
Por los hechos, se implementó un nuevo despliegue de seguridad por para de la policía estatal y municipal, así como patrullajes en diversas bases del transporte foráneo, que permanecieron sin funcionar.