Para conmemorar el día internacional de la mujer el próximo 8 de marzo, 25 organizaciones de mujeres saldrán a manifestarse por las calles de Chilpancingo, donde demandaran que cese la violencia y su desaparición, pues tan sólo en el mes de enero se realizaron nueve reportes oficiales de mujeres desaparecidas en el municipio y solo tres se recuperaron.
Ema Cerón Díaz, quien es miembro del Observatorio Ciudadano de Violencia contra las mujeres, indicó que Chilpancingo se ha convertido en la ciudad más peligrosa para las mujeres y muestra de ello es que aquí se ha registrado el mayor número de desapariciones, pues en el 2018 que sólo estaba activa la alerta Amber, la Fiscalía General del Estado registró que en Acapulco que es una ciudad más poblada sólo presentó ocho casos de desapariciones, en Iguala hubo tres casos y en el resto del estado hubo otras 6, mientras que en Chilpancingo se presentaron 11 denuncias.
Para el mes de enero en el que se activó también el protocolo Alba en la capital del estado se tiene 9 reportes de personas desaparecidas de estos 5 corresponden al protocolo Amber en el que solos e incluye a menores de edad, y de esas una fue localizada, las restantes cinco son mayores de edad y una se localizó, de tal forma que a la fecha seis mujeres siguen desaparecidas.
Las mujeres destacaron que por primera vez se logró hacer consenso entre 25 organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, sindicatos universitarios y otros grupos de la sociedad civil y el acuerdo es que el ocho de marzo se concentrarán en la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac y de ahí saldrán en marcha a los puntos establecidos para exigir a las autoridades las garantías de seguridad.
“La situación de violencia que se vive en agravio de las mujeres no da pie para festejar, vamos a salir este día a luchar por los derechos de todas las mujeres, vamos a exigir justicia para quienes han sido víctimas de violencia”.
En la fecha las diversas organizaciones repartirán tarjetas con un decálogo de recomendaciones que las mujeres puedan considerar para su autoprotección, además distribuirán silbatos que se usan como una especie de alarma personal, las mujeres hemos comprobado que el ruido ayuda a alejar a quienes representan una amenaza, además de que el sonido del silbato, atraerá a personas que puedan brindarnos ayuda.
“Nosotras no podemos parar esto de la inseguridad, porque no somos gobierno, sin embargo si podemos dar información y repartir estas cosas que pueden servir para que las jóvenes estén prevenidas”.