TECPAN, Gro.- David Rumbo Alejandri, coprero y ex precandidato a diputado local, aseveró que actualmente la gruesa de coco difícilmente rebasa los 200 pesos, cuando años atrás llegó a cifras por arriba de los 700 pesos, lo que hace que los copreros se vean limitados para vender, pues en vez de ganar apenas logran recuperar los costos que les representa contratar trabajadores para que bajen el coco de las palmeras y para recolectarlo.
Debido a la falta de mercado, más de 20 mil productores de coco en Costa Grande tienen detenida la venta de sus cosechas, y el poco que logran vender lo hacen a precios con los que ni siquiera recuperan los gastos que hicieron para bajarlo y colectarlo en las huertas.
“Actualmente hay preocupación entre los agricultores de toda la región, porque si quieren vender una gruesa de coco no encuentran a quién. Hay productores que llevan hasta seis meses sin bajar el coco en sus huertas porque carecen de quien se los compre y los que encuentran apenas recuperan el dinero que invirtieron para contratar a los trabajadores que hacen el trabajo en las parcelas”, asentó.
Indicó que el problema se resume en que hay oferta, pero no hay demanda, ni de copra ni de coco fruta, por lo que urge que los legisladores diseñen programas que garanticen el precio y que abra mercados, “porque la situación es desesperante y complicada” y advirtió que la problemática podría permear también a otros cultivos como el plátano y el mango, que son cultivos predominantes en Costa Grande.
Insistió que es urgente que los legisladores locales y federales por esta región intervengan e impulsen el diseño de políticas públicas para mejorar tanto el precio de compra, que actualmente está en los 200 pesos por gruesa, y la comercialización, a través de la apertura de mercados nacionales e internacionales.TECPAN, Gro.- David Rumbo Alejandri, coprero y ex precandidato a diputado local, aseveró que actualmente la gruesa de coco difícilmente rebasa los 200 pesos, cuando años atrás llegó a cifras por arriba de los 700 pesos, lo que hace que los copreros se vean limitados para vender, pues en vez de ganar apenas logran recuperar los costos que les representa contratar trabajadores para que bajen el coco de las palmeras y para recolectarlo.
Debido a la falta de mercado, más de 20 mil productores de coco en Costa Grande tienen detenida la venta de sus cosechas, y el poco que logran vender lo hacen a precios con los que ni siquiera recuperan los gastos que hicieron para bajarlo y colectarlo en las huertas.
“Actualmente hay preocupación entre los agricultores de toda la región, porque si quieren vender una gruesa de coco no encuentran a quién. Hay productores que llevan hasta seis meses sin bajar el coco en sus huertas porque carecen de quien se los compre y los que encuentran apenas recuperan el dinero que invirtieron para contratar a los trabajadores que hacen el trabajo en las parcelas”, asentó.
Indicó que el problema se resume en que hay oferta, pero no hay demanda, ni de copra ni de coco fruta, por lo que urge que los legisladores diseñen programas que garanticen el precio y que abra mercados, “porque la situación es desesperante y complicada” y advirtió que la problemática podría permear también a otros cultivos como el plátano y el mango, que son cultivos predominantes en Costa Grande.
Insistió que es urgente que los legisladores locales y federales por esta región intervengan e impulsen el diseño de políticas públicas para mejorar tanto el precio de compra, que actualmente está en los 200 pesos por gruesa, y la comercialización, a través de la apertura de mercados nacionales e internacionales.