En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, conformado por efectivos de la Policía Estatal y del Ejército, se realiza el funeral del periodista Fredid Román Román, en la localidad de Buena Vista de la Salud, perteneciente al municipio de Chilpancingo.
Son patrullas de militares y policías los que se encuentran apostadas a unos metros del domicilio del periodista asesinado. Unos permanecen de pie en las esquinas con armas largas y otros más realizan patrullajes.
En el lugar, se encuentran familiares y amigos de Román, pero solo es su hija la que habla sobre el caso, reservando su identidad por temor.
“Él no se metía con nadie, sus únicas armas siempre fueron sus palabras, letras”, dijo esta tarde donde se vela el cuerpo, para mañana sepultarlo en esa localidad alrededor de las 13 horas.
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La hija del periodista mencionó que su padre no les había informado sobre algún tipo de amenaza, pero recordó que hace mes y medio la familia se vistió de luto ante el asesinato de Bladimir, su hermano, que fue acribillado en El Ocotito, mientras distribuía carne de pollo.
De hecho, la Fiscalía General del Estado (FGE) vincula ese asesinato ocurrido el 1 de julio, con este otro del periodista fundador del periódico La Realidad. El crimen se efectuó durante una serie de crímenes contra distribuidores de pollo en la zona centro de la entidad.
El hecho provocó que, por unos días, la venta de carne de pollo se suspendiera en lugares como el Mercado principal de Chilpancingo.
“Que se haga justicia, que lo que le pasó a mi papá no quede impune, eso es lo único que podemos pedir”, señaló.
En Buena Vista, la hija del comunicador señala que en esa localidad las personas viven con miedo y existe mucho temor de lo que pueda ocurrir en las calles, razón por la que muchas familias no hacen vida social.
La comunidad de Buena Vista de la Salud, ha sido escenario de constantes balaceras y enfrentamientos, principalmente en contra de los guardias civiles de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
El último ataque se dio el pasado sábado, cuando presuntos criminales atacaron con bombas la base de la UPOEG, ubicada en Buena Vista, en la carretera Federal México-Acapulco.
Los guardias civiles han denunciado que detrás de los ataques estarían presuntos integrantes del grupo criminal de “Los Ardillos”.