Pese a que es una tradición que durante los días santos no se coma carne de res, pollo o cerdo y se privilegie el consumo de pescados y mariscos, comerciantes del mercado Baltazar R. Leyva Mancilla aseguraron que esta Semana Santa ha sido una de las peores en ventas que han tenido en los últimos años.
Los comerciantes indicaron que la situación de bajas ventas ha estado en los últimos meses, sin embargo pensaron que por la Semana Santa se mejoraría la situación sin embargo la temporada no está como ellos pensaron.
En un recorrido realizado en dicha central de abastos, ubicada al norte de esta ciudad capital, de entrada se pudo apreciar cómo los clientes no compran pescado y muchos de ellos señalaron que es porque el precio está muy elevado y para guardar la vigilia optan por comprar verduras o queso que se pueda preparar para evitar la carne.
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Y es que, por ejemplo, un kilo de mojarra que trae apenas entre tres y cuatro piezas cuesta 110 pesos; el kilo de camarón está entre 190 y 210 pesos el kilogramo.
Siguiendo con ese ejemplo, el kilo de pulpo está en 240 pesos; el de jaiba, 100; el de cuatete también a 100 el kilo; y el filete de cazón, se vende hasta en 250 pesos el kilo.
Una de las vendedoras indicó que ayer Miércoles Santo vendió alrededor de 5 mil pesos de mariscos en todo el día, cuando hace tres años, antes de la aparición de la pandemia del Covid-19, lograba más del doble, “no crean que eso es para mí, porque también tenemos que pagar el producto y nos va quedando como un 10 o 15 por ciento”.
Sin embargo, la comerciante, quien trae su mercancía de las costas de Guerrero, confía en que el Viernes Santo haya más suerte en su actividad.
Y es que por ejemplo una familia cuyo negocio de mariscos se encuentra instalado en la calle 21 de Marzo, dijeron que son originarios de la Barra de Coyuca y que en la temporada de Cuaresma suelen venir a Chilpancingo a ofrecer su producto, pues de ello obtiene recursos para pasar una temporada, “aunque este año la cosa está muy jodida”
